El perturbador caso del pequeño Timothy Wiltsey, cuya madre afirmó que desapareció en un carnaval en 1991 antes de ser acusada de su asesinato más de 20 años después, llegará de nuevo a los tribunales el miércoles.
La Corte Suprema de Nueva Jersey, que sorprendió a muchos hace más de un año al aceptar escuchar la apelación de Michelle Lodzinski tras ser condenada por la muerte de su hijo, decidirá si una manta de bebé hecha jirones y otras pruebas circunstanciales fueron suficientes para que un jurado la encontrara culpable, así como si se debería haber declarado un juicio nulo por mala conducta del jurado.
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Nueva Jersey espera el fallo a las 10 de la mañana del miércoles.
Lodzinski, ahora de 53 años, está cumpliendo una sentencia de 30 años sin posibilidad de libertad condicional en el Centro Correccional Edna Mahon en el condado de Hunterdon. La mujer siempre ha negado haber tenido algo que ver con la muerte de su hijo, cuyos restos fueron descubiertos 11 meses después de que denunció su desaparición el 25 de mayo de 1991.
En los argumentos ante el tribunal más alto del estado en octubre, los fiscales y el abogado de Lodzinski, Gerald Krovatin de Krovatin | Nau en Newark, discutieron sobre si podría ser condenada basándose en una manta encontrada con sus restos y la escasa evidencia presentada en el juicio.
También estaba en discusión si el juez que presidía el caso se había equivocado al no declarar un juicio nulo después de que un miembro del jurado fuera retirado del caso durante las deliberaciones.
La muerte de Timmy ha sido durante mucho tiempo uno de los casos sin resolver más notorios del estado.
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El fin de semana del Día de los Caídos en 1991, Lodzinski denunció la desaparición de su hijo en un carnaval en Sayreville. La mujer dijo que le dio la espalda al niño por unos minutos para comprar bebidas, y al girarse ya no estaba. Sin embargo, Lodzinski cambió la versión de los hechos al menos en tres ocasiones, algo que la ubicó de inmediato bajo la lupa de los investigadores.
Los restos parciales del niño fueron descubiertos en una zona boscosa en abril de 1992, no lejos de donde se encontró una de sus zapatillas de Teenage Mutant Ninja Turtle a lo largo de un arroyo fangoso en una sección remota del Raritan Center, un lugar donde Lodzinski una vez trabajó.
Nadie fue acusado de su muerte durante años, hasta el arresto de su madre décadas después. La mujer se mudó a Florida donde vivía con dos hijos cuando los investigadores en Nueva Jersey comenzaron a revisar las pruebas que habían reunido y la arrestaron en 2014, en el cumpleaños de Timmy. Tras un juicio de ocho semanas, un jurado condenó a Lodzinski por el asesinato de su hijo en 2016.
Un tribunal de apelaciones estatal confirmó el veredicto de Lodzinski y dictaminó que había "pruebas disponibles para que el jurado concluyera más allá de toda duda razonable que la muerte de Timmy no fue un suicidio ni un accidente, sino que fue víctima de un homicidio".
Sin embargo, el año pasado, la Corte Suprema del estado acordó en febrero de 2020 escuchar el caso, específicamente sobre si el juez de primera instancia cometió un error cuando se negó a declarar un juicio nulo por la destitución de un miembro del jurado, además, se analiza si la evidencia fue suficiente para condenar a Lodzinski.
Si el tribunal considera únicamente la cuestión de la nulidad del juicio, eso significaría que la madre volverá a ser juzgada. Pero si el tribunal dictamina que no hubo pruebas suficientes para la condena, podría ser casi equivalente a una absolución, ya que es una parte clave del caso de la fiscalía.
El tribunal también podría dividirse en una decisión de 3 a 3 sobre el caso, pues el presidente del Tribunal Supremo, Stuart Rabner, se recusó. Si eso sucediera, el fallo de apelación anterior contra Lodzinski se mantendría y ella permanecería en prisión.
