NUEVA YORK -- Justo después de que un temblor de magnitud 4.8 sacudiera el noreste de Estados Unidos el viernes, Kerry Colley miró a su diseñador gráfico y le dijo: "¿Crees que podemos hacer una camiseta de este evento?".
Colley y su equipo tardaron 15 minutos en hacer la camiseta y colgarla afuera de su tienda de ropa, en el barrio Upper West Side de la Ciudad de Nueva York. Colley no lo anunció en las redes sociales y le puso un precio de $10 a la camiseta, sin esperar obtener grandes ganancias, dijo.
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Pronto, su tienda, una franquicia de Big Frog Custom T-Shirts and More, tenía 70 clientes esperando en una fila de dos horas, tratando de conseguir una camiseta de algodón gris, roja y azul que decía "Sobreviví el terremoto de Nueva York", agregó Colley. Un cliente le dijo que la camiseta había sido vista casi 2 millones de veces en la plataforma de redes sociales X, añadió.
El resultado: el fin de semana minorista con mayores ganancias de su historia, afirma. La tienda vendió aproximadamente 1,000 camisetas del sismo durante 21 horas el viernes y el sábado, lo que generó más de $9,800 en ingresos, según documentos revisados por CNBC Make It. Colley estima que el 20% de esas ventas en las tiendas son ganancias.
Colley, que abrió la tienda en 2019 después de dejar su trabajo como director ejecutivo en JPMorgan Chase, según su perfil de LinkedIn, dijo que nunca había experimentado un fin de semana como este. La tienda ha estado tan ocupada que su personal no ha tenido tiempo de idear un diseño de seguimiento, ni uno para el eclipse solar del lunes.
Los turistas pasaban por allí porque sus amigos habían visto videos de su tienda en canales de noticias locales en Italia, dice Colley.
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Un trabajo de 'semijubilación' que se convirtió en un trabajo de tiempo completo
Antes de que Colley abriera las puertas de su tienda de camisetas, pasó dos décadas y media trabajando en el banco. Después de aproximadamente 12 años en JPMorgan Chase, se sintió agotado y un asesor de negocios le aconsejó que se dedicara al emprendimiento, dijo.
Luego se reunió con un especialista en franquicias, quien le presentó un par de ideas. Colley aterrizó en Big Frog, que tiene más de 75 ubicaciones en EEUU, en parte porque los dueños de la compañía le dijeron que no estaban seguros de cómo promocionar una tienda en Nueva York, lo que significa que tenía cierta libertad para administrarla a su manera, dijo.
La tienda está dirigida por Colley y su esposo Joshua Drumm, quien ayuda de forma paralela. Colley dirige el barco, con tres empleados a tiempo completo y tres a tiempo parcial. Trabaja 60 horas por semana y la mayor parte de los ingresos típicos de la tienda provienen de eventos locales o de empresa a empresa, dice.
Se suponía que era un trabajo de “semijubilación”, pero ahora trabaja más horas y gana menos ingresos; todo vale la pena, dice Colley.
“He aprendido más en los últimos cinco años de lo que jamás podría imaginar. Nunca volvería”, afirma. “Hay pura alegría en experimentarlo. Por eso me gustó esta franquicia… Eres creativo, trabajas con todo tipo de personas diferentes”.
Su tienda comenzó a vender su camiseta del terremoto en línea el domingo, después de ver imitadores que anunciaban versiones casi idénticas. El entusiasmo está disminuyendo, pero la tienda todavía generó aproximadamente $1.600 en ventas en línea el lunes por la noche, dice.
Las camisetas todavía cuestan 10 dólares cada una, menos que la camiseta estándar de Big Frog de 30 dólares. Colley dice que no planea subir el precio.
"No buscábamos ganar un millón de dólares", dice. “No buscábamos hacer nada en absoluto. Es simplemente divertido”.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés por Megan Sauer para nuestra cadena hermana CNBC.com. Para más de CNBC entra aquí.
