NUEVA JERSEY – Un exfuncionario del al Autoridad Portuaria (Port Authority) de Nueva York y Nueva Jersey que renunció tras admitir haber participado en el cierre ilegal de los carriles del puente George Washington, causando un tráfico masivo en Fort Lee, confesó en una corte federal que el verdadero motivo de la clausura fue por una venganza política.
David Wildstein, quien era aliado del gobernador Chris Christie al momento del suceso, hizo la declaración tras llegar a un acuerdo con la fiscalía en una corte federal de Newark este viernes, según las autoridades.
En dicho acuerdo Wildstein se declaró culpable de dos cargos criminales por conspirar para el cierre de los carriles del George Washington en septiembre del 2013 y admitió que actuó en conjunto con otros dos miembros del gabinete de Christie.
Wildstein, de 53 años, aclaró este viernes en corte que el cierre fue en represalia al alcalde de Fort Lee, Mark Sokolich, por no apoyar a Christie durante su candidatura para la reelección al estado jardín, y no a causa de un estudio de tránsito como se había dicho en principio.
Tras ser cuestionado sobre si él y sus aliados eligieron deliberadamente el primer día de clases para desatar el caos en el tránsito, Wildstein respondió "sí", añadiendo que también y ignoró y abogó para que sus cómplices ignoraran las peticiones de ayuda por parte del alcalde Sokolich.
Wildstein se declaró culpable de violar los derechos civiles de los residentes de Fort Lee, los cuales duraron horas varados a causa del cierre del puente, y también por el uso inapropiado de una propiedad que recibe fondos federales.
La fiscalía dijo que Wildstein ha estado cooperando con las autoridades y llegaron a un acuerdo con el acusado el pasado mes de enero.
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Wildstein fue puesto en libertad bajo palabra y una fianza de $100,000; el mismo será sentenciado el próximo mes de agosto.
Otros exfuncionarios del gabinete de Christie que participaron en el cierre del puente George Washington, William Baroni y Bridget Anne Kelly, recibieron cargos por abusar y usar recursos gubernamentales en represalia del alcalde de Fort Lee.
Sobre el caso:
La investigación criminal que inició tras el cierre del puente Geroge Washington Bridge inicialmente no dio con pruebas para involucrar en el controversial caso, conocido como “Bridgegate”, al gobernador Christie.
Previamente el Departamento de Justicia indicó que no hayó evidencia alguna que vincule a Christie con el caso, a nueve meses de iniciarse la polémica investigación.
El "Bridgegate" comenzó en septiembre cuando el puente George Washington, que une Nueva Jersey con Nueva York, fue cerrado parcialmente sin previo aviso y se creó una gran congestión del tránsito rodado en el lado de Nueva Jersey durante cuatro días.
Poco después surgieron acusaciones de que aliados del gobernador en la Autoridad Portuaria de Nueva Jersey y Nueva York habían tomado represalias políticas contra el alcalde de Fort Lee porque no lo había apoyado la campaña de reelección en noviembre pasado.
El gobernador Christie ha rechazado desde el primer momento haber estado al tanto del escándalo. "No tenía absolutamente ningún conocimiento previo al cierre de carriles" en el puente George Washington, reiteró la semana pasada su oficina en un comunicado.
Esta reacción del gobernador se produjo después de que un exdirectivo de la Autoridad de Puertos de Nueva York y Nueva Jersey que dimitió por el escándalo aseguró que Christie estaba al tanto del cierre.
David Wildstein, quien supervisó personalmente el cierre de los dos carriles, aseguró que puede probar esa afirmación, según una carta enviada por su abogado al diario The New York Times, que publicó la información en su página de internet.
A comienzos de enero se divulgaron correos entre Wildstein y la entonces jefa adjunta de gabinete, Bridget Anne Kelly, con copia a otros miembros el equipo de Christie, en los que quedaba claro que el cierre de los carriles había sido orquestado.
El pasado 9 de enero, Christie cesó a Kelly y anunció medidas contra el director de su campaña de reelección, Bill Stepien, y desde entonces han surgido otras acusaciones de represalias a otros alcaldes demócratas que no apoyaron la campaña de reelección.
Al margen de las pesquisas del comité legislativo, la Fiscalía federal en Newark también abrió una investigación sobre lo ocurrido, que ha impactado negativamente en los planes de Christie de presentar su candidatura para las presidenciales de 2016.
El gobernador republicano insiste en negar cualquier conocimiento de lo ocurrido y se ha limitado a pedir disculpas "humillado" por el escándalo, al tiempo que ha despedido a su jefa adjunta de gabinete y a otros altos cargos de su Administración.
Christie, uno de los favoritos en su partido para conseguir la nominación y recuperar la Casa Blanca en 2016, deberá salir ileso de este escándalo si quiere conservar sus posibilidades en la futura carrera presidencial.