NUEVA YORK -- Strand Book Store, la famosa librería independiente amada por los neoyorquinos, está pidiendo ayuda debido a las consecuencias económicas provocadas por la actual crisis de salud.
Nancy Bass Wyden, propietaria de Strand, publicó una carta pidiendo ayuda y abordando la terrible situación financiera de la librería.
"Los ingresos de Strand han caído casi un 70% en comparación con el año pasado. Y aunque el préstamo PPP que nos otorgaron y nuestras reservas de efectivo nos permitieron capear los últimos ocho meses de pérdidas, ahora nos encontramos en un punto de inflexión en el que nuestro negocio es insostenible", dice la carta en parte.
"Debido al impacto de Covid-19, no podemos sobrevivir con la enorme disminución del tráfico peatonal, una pérdida casi completa de turismo y cero eventos en las tiendas (en comparación con los 400 eventos previos a la pandemia)", continúa Wyden.
La librería, un negocio querido para los bibliófilos, ha sido parte de la escena de la ciudad de Nueva York durante casi un siglo, permaneciendo como la única librería que formaba parte de Book Row (o el Paseo del Libro), un segmento de la Cuarta Avenida con un total de 48 librerías en una vez.
"Hemos sobrevivido casi todo durante 93 años: la Gran Depresión, dos Guerras Mundiales, grandes librerías, libros electrónicos y en línea. Somos la última de las 48 librerías originales que aún permanece en pie que formaba parte de la famosa Book Row de la Cuarta Avenida", la carta de Wyden continuaba.
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Wyden forma parte de la tercera generación de la librería iniciada por su abuelo.
"Voy a hacer todo lo posible para seguir compartiendo nuestro amor mutuo por la palabra impresa. Pero por primera vez en los 93 años de historia de Strand, tenemos que movilizar a la comunidad para que compre con nosotros y podamos mantener nuestras puertas abierto hasta que haya una vacuna", finaliza la nota de Wyden.
La llamada de ayuda rápidamente cayó sobre los oídos de los amantes de los libros por todo el mundo, que se apresuraron a visitar la página web de la librería, lo que provocó que colapsara el viernes.
