NUEVA YORK – Una familia mexicana de Staten Island llora la dramática muerte de una madre, quien fue impactada por un vehículo que transitaba a exceso de velocidad cuando se dirigía a su segundo empleo.
La madre se encontraba en una isleta de seguridad peatonal a la espera de cruzar la calle cuando el vehículo la impactó con tal fuerza, que su cuerpo salió disparado a varios pies de distancia.
El conductor huyó de la escena, dejando el cuerpo inerte de la madre debajo de un automóvil estacionado.
“Yo me recuerdo que la vi en la mañana antes que fui al trabajo, ella estaba durmiendo conmigo. Yo la miré y me despedí, pero ella estaba dormida”, dijo Dulce Solano, hija de la víctima.
La conmocionada comunidad mexicana de Staten Island colocó un altar improvisado en la intersección de las calles Bay y Grant en memoria de Heriberta Ramírez.
El incidente ocurre a dos semanas de que la niña mexicana Luz Gonzáles fuera atropellada mortalmente frente a una lavandería de Brooklyn, lo que generó una oleada de marchas, vigilas y protestas en toda la ciudad.
Dulce Solano recuerda la última vez que vio a su madre con vida. La joven explicó que Ramírez murió arrollada cuando salía de su trabajo en una lavandería para dirigirse a su segundo empleo.
“Había una señora aquí y nada más tenía su cabeza así y dijo hay alguien debajo del choche. Y yo corrí (…) estaba la señora ahí, paro yo jamás pude imaginar que era su mami. Yo no la reconocí”, dijo con profundo dolor Miguel Lovato, testigo del horrendo accidente.
La policía cree que el vehículo sospechoso viajaba en dirección sur y por alguna razón, para esquivar un vehículo, se subió a la isleta de seguridad peatonal en donde se encontraba Heriberta.
En el lugar se pueden ver las marcas de los neumáticos.
“Traté de ayudar (…) No puedo levantar el coche. Y pues como una persona puede vivir así sabiendo que mató a alguien sobre, todo a la mami de las niñas. No entiendo”, agregó Lovato con el rostro empapado de lágrimas.
Local
Según testigos, el vehículo rebasó un semáforo en rojo tras impactar a la madre y continuó su marcha a toda velocidad.
“Él no frenó. Él se fue no tuvo compasión de nada”, dijo Nicolás Solano, exesposo de la víctima.
Ramírez, de 42 años, deja a dos hija de 18 y 16 años.
“Yo sé que ella no quiere que estemos tristes, porque ella siempre nos dijo si algo pasa que sigamos adelante. Entonces qué vamos a hacer, seguir adelante sin ella”, expresó Dulce con tristeza y resignación.
La familia y la comunidad exigen justicia.
Si tienes información del caso, llama al 1-888-57-PISTA.
