NUEVA YORK - Ha transcurrido un mes desde que Dulce María Alavez fue secuestrada cuando jugaba con su hermanito en City Park, en la localidad de Bridgeton. Desde entonces, las fuerzas del orden locales y federales han recibido más de mil pistas, pero ninguna ha llevado al paradero de la pequeña.
La esperanza de hallarla sana y salva no decrece. Su madre, Noema Alavez Pérez, se mantiene fuerte por Dulce, por sus otros hijos y por la bebé que espera.
“Me decía que me quería mucho”, expresó Alavez Pérez con el rostro empapado de lágrimas. La joven madre recordó que Dulce María se hacía llamar “princesa”, el sobrenombre que su padre le dio cuando era una bebé.
La habitación de Dulce María, de cinco años, permanece intacta. Su sabanita de tonalidades pastel, su cama de madera sin arreglar. Tal como la pequeña la dejó, así es como su familia quiere que ella la encuentra cuando vuelva a su hogar.
Noema se aferra a la mochila de su niña, a sus trabajos más recientes de la escuela. La abuelita, Norma Pérez, recordó que Dulce dormía con ella y con sus muñecos de felpa.
“Cuando me dijeron que iba a ser niña (la bebé que espera) me dio mucha tristeza porque ella me dijo que quería una hermana. Ahora no está ella”, expresó Noema con evidente dolor.
El padre de Dulce María, quien se encuentra en México, se comunica a diario a la espera de recibir buenas noticias.
Local
La familia dijo que no reconoce al testigo clave en la desaparición de Dulce María. El martes, las fuerzas del orden difundieron el retrato hablado y aclararon que no se elaboró con base en el relato de un menor, sino con otras pruebas recabadas.
Si tienes información sobre el testigo o sobre el caso, puedes comunicarte al 856-451-0033.
El FBI añadió la fotografía de Dulce María a la lista de las víctimas de secuestro más buscadas. Te puedes comunicar al 1-800-CALL-FBI (1-800-225-5324) si tienes información que aportar.
