NUEVA YORK - Se espera que el alcalde de la ciudad de Nueva York haga un anuncio clave el jueves sobre una de las iniciativas más polarizantes de la era de la pandemia: almorzar al aire libre.
Se espera que Eric Adams se enfoque específicamente en los cobertizos, engorrosos atractores de roedores que bloquean lugares de estacionamiento para algunos, pero que al mismo tiempo son líneas vitales de empleo y sociabilidad para otros; los mismos, se han extendido a través de bloques, repletos de comensales sentados, durante años.
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Los detalles sobre los planes del demócrata Adams no se conocieron de inmediato antes del anuncio del jueves. Sin embargo, la noche anterior, la cuenta de Twitter @NYCMayor compartió un video de Adams disfrutando de una "cena de trabajo" en un comedor al aire libre. Lo que eso significa también puede ser una incógnita. Adams se ha descrito a sí mismo como partidario de las cenas al aire libre, pero también se ha solidarizado con las personas que afirman que las estructuras en la calle amenazan la calidad de vida de la ciudad de Nueva York por múltiples medios.
El tema se ha convertido en un tema clave en los últimos meses, enfrentando a vecinos contra vecinos y residentes propietarios de automóviles contra sus restaurantes locales. ¿Debería continuar este programa a pesar de que se han eliminado los mandatos de máscara y los requisitos a prueba de vacunas? Algunos dicen que sí, al menos hasta que, o si realmente, la gente deja de trabajar regularmente desde casa.
Con ese fin, el Concejo de la Ciudad de Nueva York aprobó una enmienda de zonificación a principios de este año que allana el camino para establecer un programa permanente de Restaurantes Abiertos en los cinco condados, citando beneficios económicos y de otro tipo.
Desde entonces, la ciudad ha enfrentado decenas de demandas. Algunos argumentan que el Ayuntamiento se está extralimitando al mantener las comidas al aire libre como la única asignación pendiente de COVID permitida por la orden ejecutiva del alcalde.
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Una demanda presentada ante la Corte Suprema del estado el mes pasado busca disolver la orden de emergencia. Los peticionarios argumentan que los esfuerzos de la ciudad y el estado para extender los programas de comidas al aire libre en casos de emergencia son arbitrarios, ya que la mayoría de las otras medidas de seguridad impulsadas por la crisis de salud se han reducido o eliminado por completo.
"Para julio de 2022, los directores ejecutivos de los encuestados habían abandonado los mandatos de vacunas y máscaras, las limitaciones de ocupación en los comedores interiores y los requisitos de distanciamiento social y reconocieron que ahora no existe una emergencia de salud pública", se lee.
La demanda enumera con gran detalle los programas pandémicos diseñados para ayudar a los neoyorquinos que desde entonces se han quedado en el camino, incluida la asistencia por desempleo, ciertos mandatos de vacunas y máscaras y otro apoyo financiero y social.
Permitir la continuación de las estructuras de comedor al aire libre, afirma el grupo, es perjudicial para la ciudad. Señalan "ruido aumentado y excesivo, congestión del tráfico, basura y poblaciones de roedores descontroladas, el bloqueo de aceras y caminos" entre las muchas formas en que el programa es una "invasión ilegal" de los residentes de la ciudad.
