A medida que la tasa de positividad de los casos de COVID-19 en la Ciudad de Nueva York continúa en aumento, el alcalde Bill de Blasio advirtió que es posible que los neoyorquinos vean el cierre de negocios y medidas más restrictivas “la próxima semana o dos".
El alcalde comenzó su conferencia de prensa el jueves citando la “difícil decisión” de cerrar las aulas y cambiar el aprendizaje a remoto, además de responder a los críticos que señalan por qué los gimnasios y los restaurantes permanecen abiertos.
"Es solo cuestión de tiempo antes de que cierren los gimnasios y el consumo en el interior en la ciudad”, agregó el alcalde. "Es probable que sea en la próxima semana o dos".
De Blasio hizo referencia a la advertencia del gobernador Andrew Cuomo de que la ciudad podría clasificar como una zona naranja si las métricas del estado indican que Nueva York alcanzó una tasa de positividad del 3%.
Si Cuomo designa la ciudad como una zona naranja, entonces las restricciones se tornarían aún más estrictas.
Hasta el miércoles, la ciudad de Nueva York tenía una tasa de positividad de siete días del 2,5%, según las métricas del estado.
Las siguientes restricciones se establecerían bajo una zona naranja:
- Las casas de culto limitarán al 33% la capacidad de asistentes, con un máximo 25 personas.
- Las reuniones se limitan a 10 personas en interior y exterior.
- Se ordenará el cierre de negocios no esenciales, como gimnasios y de cuidado personal.
- Se admite un máximo de 4 personas por mesa en los restaurantes.
- Las escuelas se cierran y el aprendizaje se limita a remoto.
Aunque la ciudad aún no ha sido designada como zona naranja, el alcalde ordenó el cierre de las escuelas luego de que la Gran Manzana alcanzara una tasa de positividad del 3.00% en función de las métricas de la ciudad.
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De Blasio dijo que es probable que los estudiantes aprendan de forma remota hasta después del Día de Acción de Gracias.
