El gobernador Phil Murphy reveló el viernes que el estado se está cada vez más cerca de permitir que los bares y restaurantes ofrezcan el servicio de comida en el interior después de casi seis meses de cierre.
"Casi estamos allí. Es lo que puedo decir", dijo Murphy durante una conferencia de prensa en Metuchen.
"Nos estamos acercando con tasas de casos positivos de alrededor del 2% o menos y tasas de transmisión que ahora han bajado significativamente por debajo de 1 por ciento. Y se mantienen esos números, no solo por un día sino de forma sostenida, entonces estaremos cerca de poder dar ese paso".
El mandatario había dicho que el servicio de comida en el interior podría implementarse de forma limitada antes de mediados de septiembre.
Nuevo México autorizará el servicio en el interior con un 25% de capacidad a partir del sábado, mientras que en Nueva York la presión crece por parte de los dueños de restaurantes agobiados por las pocas ganancias y las elevadas rentas.
Los gimnasios y las comidas en el interior fueron algunos de los primeros negocios que Murphy ordenó cerrar cuando el COVID-19 comenzó a extenderse con rapidez por Nueva Jersey en marzo.
El gobernador permitió que los gimnasios reabran al 25% de su capacidad, además de que deberán obedecer otras restricciones.
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Los legisladores estatales aprobaron el jueves un proyecto de ley que usaría $30 millones en dinero de los contribuyentes para reembolsar a los restaurantes de Nueva Jersey que perdieron dinero con el cierre luego de que Murphy canceló la reapertura en julio. El gobernador tendría que convertir el proyecto en ley con su firma.