Las hospitalizaciones por COVID-19 en Nueva York superaron el martes las 2,000 por primera vez desde finales de febrero, casi triplicándose en solo un mes, ya que las subvariantes altamente contagiosas de Ómicron desencadenan precaución por parte de los funcionarios a nivel local y nacional.
Según la última actualización de la gobernadora Kathy Hochul, 2,050 neoyorquinos fueron hospitalizados con COVID en las 10 regiones del estado, un aumento del 145% solo desde el 1 de abril, aunque todavía muy por debajo de los casi 13,000 admitidos durante el pico de la variante de enero.
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La tasa de hospitalizaciones por COVID por cada 100,000 neoyorquinos se ha más que duplicado en el mismo período, de 4.54 a 9.58, según muestran los datos estatales. Esto con la región de Finger Lakes que impulsa los últimos aumentos a una tasa regional de 27.86 hospitalizaciones por COVID por cada 100;000 residentes en una base continua de 7 días. Y aunque solo el 48.6 % de los pacientes con COVID hospitalizados en todo el estado fueron admitidos por ese motivo, las cifras merecen seguimiento.
La proporción de pacientes con COVID hospitalizados en el centro de Nueva York, que impulsó el aumento de COVID en Nueva York hace unas semanas, es del 65.2%, mucho más alta que el promedio estatal, por ejemplo. En ese momento, los funcionarios de salud culparon del aumento general de la infección a una prevalencia superior a la media nacional de las subvariantes omicron BA.2.12.1 y BA.2.12.
Ahora, se estima que la primera subvariante, que se dice que es hasta un 27 % más contagioso que la subvariante Ómicron BA.2 "inherentemente más transmisible", representa hasta el 70 % de todos los virus que circulan en la región de los CDC que incluye Nueva York, otro aumento semana tras semana en la prevalencia.
En comparación, el extremo superior de la estimación de los CDC para la prevalencia nacional de BA.2.12.1 es del 45%, y todavía se cree que BA.2 está impulsando la mayoría de los casos en todo Estados Unidos. Y es posible que ya se esté materializando el posible efecto de filtración en Nueva York.
Si bien la tasa continua de infección por COVID en el centro de Nueva York continúa estabilizándose o incluso disminuyendo, dice el estado, las otras regiones que vieron tasas virales más bajas sostenidas, incluidas la Ciudad de Nueva York y Long Island, están viendo cómo aumentan sus métricas centrales de COVID.
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Los cinco condados ahora tienen su tasa de hospitalización por COVID más alta por cada 100,000 residentes desde principios de marzo y, aunque sigue siendo bastante baja (5.7 de forma continua), podría aumentar en las próximas semanas si la tasa de infección sigue aumentando.
A principios de esta semana, los funcionarios de salud de la ciudad elevaron el nivel de alerta de COVID a medio (o color amarillo), ya que los casos superaron una tasa de 200 por cada 100,000 personas en los cinco condados. Fue la primera vez que el Departamento de Salud ha ajustado ese nivel desde que debutó el nuevo sistema bajo la administración del alcalde Eric Adams a principios de este año.
Dos condados, Manhattan y Staten Island, ahora también son considerados condados de COVID de riesgo medio por los CDC. De los 56 condados de EEUU con una designación de CDC de alto riesgo hasta el miércoles, más de la mitad se encuentran en el estado de Nueva York.
Si bien hasta la fecha no hay evidencia científica que vincule BA.2.12.1 con una enfermedad más grave relacionada con el COVID o con una menor eficacia de la vacuna en este punto, la mayor transmisibilidad parece clara.
No se implementará (o reimplementará) ningún nuevo protocolo de COVID en este momento, pero si el nivel de alerta alcanza un nivel alto, el más alto de los tres establecidos por los funcionarios de salud, la ciudad considerará exigir el uso de máscaras en todos los espacios públicos cerrados nuevamente.
Por ahora, el comisionado de Salud de la Ciudad de Nueva York, el Dr. Ashwin Vasan, dice que los neoyorquinos deben tener más precaución que en las últimas semanas, y se recomienda a aquellos que corren un mayor riesgo de contraer una enfermedad grave por COVID, por cualquier motivo, que consideren evitar las aglomeraciones, reuniones en interiores y otras situaciones de mayor riesgo.
La ciudad continúa recomendando que todos los neoyorquinos, vacunados o no, usen una máscara en lugares públicos cerrados, ya que las subvariantes altamente contagiosas de Ómicron continúan propagándose por la ciudad, el estado y gran parte del mundo.
"Las próximas semanas serán críticas para frenar la propagación de COVID-19 y volver a un nivel de bajo riesgo para que podamos disfrutar de nuestra primavera de manera más segura", dijo Vasan. "Y recuerde, los pasos que toma para protegerse también protegen a los demás, especialmente a los más vulnerables. Como ciudad, tenemos las herramientas que necesitamos para vencer a este virus. Como neoyorquinos, estamos juntos en esto. Al incorporar estos pasos en nuestra vida diaria, podemos seguir cuidándonos unos a otros y a nosotros mismos".
Los CDC también reiteraron su aviso de uso de máscara para viajar hace un día y citaron las tasas actuales de propagación de COVID y las tendencias proyectadas en su proceso de toma de decisiones.
Obtenga más información sobre el sistema de niveles de alerta de COVID de NYC aquí.
