La semana pasada marcó el inicio del nuevo "Plan de Seguridad del Metro" de la Ciudad de Nueva York, un programa de 17 páginas para combatir el aumento masivo de la delincuencia en el transporte público de la ciudad que aún se está recuperando.
Pero en lugar de disminuir, los principales delitos en el transporte público aumentaron en un 30 %, según muestran los datos de la Policía de la Ciudad de Nueva York, y las agresiones por delitos graves casi se duplicaron. (Los delitos menores de agresión, que no se cuentan en la cifra de delitos mayores, también se duplicaron con creces).
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Sin duda, el plan está en sus inicios y nadie prometió una solución inmediata. El Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York también notó un fuerte aumento en la aplicación de la ley, con un aumento de los arrestos del 64 % y un aumento de las citaciones penales de casi el 10 %.
Pero el aumento de los delitos graves en el sistema del metro aún representa un gran desafío para los planes y esperanzas del alcalde y la gobernadora de que los trabajadores de oficina regresen a la ciudad y cambien la economía local.
Según las últimas cifras del sistema NYPD CompStat, hubo 55 delitos graves en el transporte público en la semana del 21 de febrero, frente a 42 la semana anterior y 18 en la misma semana del año anterior.
Los titulares son implacables: una mujer brutalmente golpeada en la cabeza con un martillo, otra mujer agredida con una bolsa de heces humanas en la cara, además de apuñalamientos, disparos y todas las demás formas de violencia.
Los primeros informes sugieren una tarea abrumadora para la policía, con una escasez de recursos suficientes para las personas sin hogar con enfermedades mentales que están siendo expulsadas del sistema.
