ELECCIONES PRESIDENCIALES

Más mujeres aspiran a cargos de poder en NY, un reflejo de la tendencia en el resto del país

Las mujeres jóvenes procedentes de comunidades inmigrantes y latinas son parte del aumento significativo de candidatas que buscan un lugar en las cúpulas de poder político tradicionalmente dominadas por varones. 

Telemundo

Las mujeres representan el 52.3% de la población de la Ciudad de Nueva York, según las últimas estadísticas del Censo, pero esa cifra no se ve reflejada en el Concejo Municipal, pues solo 12 de los 51 miembros son mujeres. 

Aunque lo mismo ocurre en otras cúpulas de poder político, Nueva York ha visto un aumento trascendental de mujeres que se postulan para cargos públicos en los últimos años. El aumento de candidatas, muchas de ellas mujeres jóvenes de comunidades inmigrantes y latinas, es mucho más visible un aumento del 22% de las 86 que se postularon en 2016. También es significativamente más que las 91 que se postularon en 2006, que hasta entonces representó el récord máximo en la historia del estado. 

El aumento de candidatas, muchas de ellas mujeres jóvenes de comunidades inmigrantes y latinas, es mucho más visible en el Partido Demócrata. Para 2018, de los 196 aspirantes a la Legislatura estatal, 80 eran mujeres, un aumento con respecto a las 60 de 2016. Asimismo, en el Senado estatal, el 44% de los candidatos demócratas eran mujeres hace dos años. 

Entre los republicanos, el número de candidatas disminuyó de 26 a 25 en 2018. Solo 13 de los 99 candidatos republicanos a escaños de la Asamblea eran mujeres.

Y la tendencia en el país parece la misma, puesto que un número récord de mujeres se han postulado para el Congreso este año. La afluencia se suma a los avances que las candidatas, en su mayoría demócratas, lograron en las elecciones de mitad de período de 2018 que ayudaron a remodelar la composición del Congreso. 

En julio, unas 574 mujeres se habían presentado para postularse en las primarias para los escaños de la Cámara de Estados Unidos, superando así el récord de 476 de hace dos años. Otras 58 mujeres se postularon para el Senado, en comparación con 53 en 2018. En total, eso es un aumento del 20% en las mujeres que se postulan para el Congreso.

Las cifras incluyen 104 titulares que buscan la reelección. Entre ellos se encuentran legisladores que rápidamente alcanzaron prominencia nacional después de ganar el cargo por primera vez en 2018, como la representante Alexandria Ocasio-Cortez, la mujer más joven elegida al Congreso y una estrella del ala progresista del Partido Demócrata. y la representante de Virginia Abigail Spanberger, una exoficial de la CIA que cambió un escaño en un distrito que durante mucho tiempo había sido un bastión republicano.

En 2018, unas 256 mujeres estaban en la boleta de las elecciones generales del Congreso y 116 de ellas lograron la victoria electoral. Eso fue un récord, pero las mujeres todavía representan menos de una cuarta parte de la Cámara y el Senado en el Congreso actual.

The Center for American Women and Politics (CAWP) de la Universidad de Rutgers señala estima que al menos 75 latinas figuran en la papeleta como candidatas al Congreso en 2020, incluidas 72 para la Cámara de Representantes y tres para el Senado de los Estados Unidos. Este sería el mayor número de latinas que se han postulado para la Cámara o el Senado, en general y en ambos partidos, en un solo año electoral.

En este 2020 se conmemoran los cien años de la 19a Enmienda, que otorgó el derecho al voto de las mujeres en los Estados Unidos. Y ellas integran ahora un bloque de votantes decisivo en las elecciones presidenciales. 

Las mujeres han ejercido en gran medida el derecho al voto a lo largo de la historia, al mismo tiempo que la brecha de género en la afiliación a partidos continúa ampliándose.

La politóloga de Harvard, Pippa Norris, autora del ensayo Cultural backlash: Trump, brexit and authoritarian populism (Reacción cultural: Trump, Brexit y el populismo autoritario), en colaboración con Ronald Inglehart, politólogo de la Universidad de Míchigan, señala que si las mujeres acuden a las urnas en proporción algo superior a los hombres en estados péndulo como Míchigan, Florida, Pensilvania y Carolina del Norte, el presidente Donald Trump perderá las elecciones. 

En 2016, según un análisis de Pew Research Center, el 63% de las mujeres que cumplían los requisitos para votar dijeron que sí votarían en las elecciones presidenciales, en comparación con el 59% de los hombres. Una brecha de género de 4 puntos porcentuales similar a las brechas de 4 puntos en 2012 y 2008, así como a las brechas de 3 puntos en 2004, 2000 y 1996. 

Trump recibió el 41% de los votos de las mujeres estadounidenses en general, mientras que el 54% de las mujeres votaron por Hillary Clinton, según datos de la encuesta a boca de urna realizada por Edison Research en 2016.

Trump, sin embargo, obtuvo el 52% de los votos de las mujeres blancas. Para entonces ganó el 52% de los votos de los hombres estadounidenses en general y el 62% de los votos de los hombres blancos, según sugieren los datos de las encuestas a boca de urna.

Pew destaca que la participación de los votantes ha variado de forma significativa según la raza y el origen étnico, sin embargo, dentro de cada uno de estos grupos, persisten las brechas de género. 

Esa brecha lleva a los analistas a plantear que estas elecciones podrían acabar siendo un duelo entre hombres blancos de mediana edad, que constituyen un bloque importante de los seguidores de Trump, y mujeres jóvenes de diferentes orígenes étnicos, más propensas a la corriente progresista e inspiradas en figuras como la congresista neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez.

En 2016, las mujeres hispanas superaron en votos a los hombres hispanos en aproximadamente 5 puntos (50% frente a 45%). Sin embargo, la brecha de género entre los votantes hispanos no ha sido constante, dice Pew. 

Además, la participación de los votantes también varía según el nivel educativo. En general, los votantes con más educación son más propensos a votar en comparación con aquellos de menos educación.

Los votantes hispanos que no tienen un título universitario se encuentran entre los menos propensos al voto. Las mujeres hispanas sin un título universitario fueron más propensas a votar en 2016 (46% frente a 40%) que los hombres con niveles de educación similares. Esta brecha ha ido creciendo con el tiempo. Entre los votantes hispanos más educados, ha habido una diferencia de participación de género mucho menor en los últimos años. En 2016, los hombres hispanos con educación universitaria fueron más propensos a votar que las mujeres hispanas con un título universitario (70% contra 67%).

El análisis de Pew también encontró que las preferencias partidistas difieren ampliamente según el género. En 2018 y 2019, el Partido Demócrata tenía una amplia ventaja con las mujeres: el 56% de las votantes registradas identificadas como demócratas o se inclinaban hacia el Partido Demócrata, mientras que el 38% se identificaba como republicanas o se inclinaba hacia el Partido Republicano. Esto contrasta con los hombres, entre los cuales el 50% eran republicanos o partidarios del Partido Republicano y el 42% se identificaba o se inclinaba por los demócratas. Y esa brecha de género se ha ido agrandando desde 2014.

Entre los votantes hispanos, la mayoría de las mujeres y hombres se identifican como demócratas, pero este es especialmente el caso entre las mujeres hispanas (67% se identificaron como demócratas frente al 58% de los hombres hispanos en 2018 y 2019). 

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