Lo que debes saber
- La ciudad de Nueva York revisa cómo cuenta el número de muertes por COVID-19, y señala nuevos números que muestran que más de 10 mil personas han perdido la vida en la Gran Manzana.
- Los siete gobernadores de Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut, Pensilvania, Rhode Island, Massachusetts y Delaware se unieron para crear una estrategia de reapertura económica conjunta
- Más de 298,000 personas tienen el coronavirus en el área triestatal y casi 20,000 han perdido la vida.
El estado de Nueva York ajustará su informe de número de muertes por el COVID-19 para incluir presuntos o probables casos de fallecimientos según las nuevas pautas designadas por los CDC, dijo el miércoles el gobernador Andrew Cuomo. El equipo del gobernador está contactando los centros de salud para obtener datos actualizados, aunque no está claro cuándo estaría disponible esa información.
En cuanto a las muertes confirmadas, el estado de Nueva York agregó otras 752, con una cifra oficial de más de 11,500 hasta el miércoles. En medio de la tragedia, hubo más signos de optimismo ya que las hospitalizaciones e intubaciones totales mostraron una disminución neta por segundo día consecutivo. Cuomo dice que el 80 por ciento de las personas en respiradores no salen de este estado.
"Todavía no estamos fuera de peligro", dijo el gobernador el miércoles. "El coronavirus sigue siendo una crisis monumental de salud pública y estamos perdiendo neoyorquinos todos los días por este virus. Cada neoyorquino que fallece por el COVID-19 es una pérdida desgarradora".
Para ayudar a prevenir una mayor pérdida de vidas, Cuomo ordenó a todos los neoyorquinos a usar una mascarilla o un paño que cubra la nariz y la boca cuando estén en público y no puedan mantener la a una distancia de 6 pies. Él, junto con todos los líderes locales y los principales expertos en salud del país, han dicho que el distanciamiento social es el factor clave para frenar la propagación de la infección y, en última instancia, prevenir más muertes.
Sin embargo, Cuomo dijo que no quería penalizar a las personas por desobedecer la orden, y que dejaría la decisión en manos de las jurisdicciones locales.
El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, el segundo estado con más contagios después de Nueva York en el país, emitió una serie de mandatos que requieren el uso de mascarillas en las tiendas y en el transporte público. Murphy ha recalcado en repetidas ocasiones la importancia del distanciamiento social y volvió a decirlo con urgencia el miércoles.
"Nada supera el distanciamiento social", dijo Murphy. "Quédate en casa y mantén el distanciamiento y el rostro cubierto. Vamos a vencer a este virus".
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Nueva Jersey reportó 351 nuevas muertes el miércoles y las cifras sobrepasan ahora las 3,000. No estaba claro de inmediato si Murphy planea incluir en el futuro las posibles muertes por el COVID-19 en las cifras de su estado.
Según los expertos, las muertes no se han contado en su totalidad en todo el mundo debido a los límites en las pruebas y a las diferentes formas en que las naciones cuentan a los muertos, reconociendo que muchos pueden haber fallecido por COVID-19 sin haber sido diagnosticados oficialmente.
Los CDC emitieron recientemente una nueva guía que dice que las muertes de casos en los que hubo un "grado razonable de certeza" de que las personas estaban infectadas con el virus podrían ahora contarse como parte de las cifras.
La ciudad de Nueva York dio a conocer el informe sobre estos datos días después de decir que buscaría incluir datos de probables muertes por el COVID-19 en su número oficial de fallecidos por el virus. Y el resultado es preocupante.
De acuerdo con el Departamento de Salud de la ciudad, hubo al menos 10,367 muertes confirmadas o probables en los cinco condados hasta el martes por la noche, que es casi 2,500 más de las que el gobernador del estado, Andrew Cuomo, había mostrado más temprano ese día. Los casos probables, que ahora cuentan las autoridades, son de aquellas personas que posiblemente murieron de COVID-19, pero antes de que pudieran ser examinados.
El cambio en el recuento de muertes en la ciudad se produjo después de que las autoridades reconocieron que las estadísticas basadas solo en pruebas confirmadas por laboratorio no tenían en cuenta a muchas personas que morían en sus hogares antes de llegar a un hospital o incluso buscar tratamiento.
El Departamento de Bomberos de la Ciudad ha registrado hasta 200 muertes diarias en las últimas semanas que han ocurrido dentro de los hogares de las personas fallecidas, mucho más que el promedio de 25 muertes al día reportadas antes de la pandemia. El Departamento registró cerca de 2,200 muertes por "paro cardíaco" entre el 20 de marzo y el 5 de abril, un pico del 400 por ciento durante el mismo período del año anterior.
La verdad contundente, dijo el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, es que "el coronavirus está causando estas muertes trágicas". Y dijo que era crítico incluirlas en los datos; tanto para honrar las vidas perdidas como para entender mejor el alcance de la epidemia para futuras decisiones.
"Tenemos que pensar en lo que significa para todos nosotros y reconocer realmente la ferocidad de esta enfermedad y por qué tenemos que ser muy cuidadosos en cómo lo manejamos en el futuro", dijo el alcalde el miércoles a Fox.
Después de publicar los nuevos números el martes, el comisionado del Departamento de Salud de Nueva York, Oxiris Barbot, dijo: "Si bien estos datos reflejan el trágico impacto que ha tenido el virus en nuestra ciudad, también nos ayudarán a determinar la escala y el alcance de la epidemia y nos guiarán en nuestras decisiones ".
En la ciudad de Nueva York, de Blasio se ha centrado en tres métricas diarias claves: la cantidad de hospitalizaciones, la cantidad de admisiones a los cuidados intensivos y el porcentaje de personas que dieron positivo a la enfermedad. El alcalde dice que quiere ver que en todas hay una tendencia de disminución en los números y dijo que cuando eso suceda, durante al menos 10 días, será un indicador de que la ciudad puede comenzar a pensar en entrar en la próxima fase de la crisis, que el alcalde describió como una transmisión de virus a bajo nivel.
El lunes, los tres índices bajaron y el martes solo uno lo hizo, la cantidad de personas que han dado positivo al COVID-19. El miércoles fue el único de los tres indicadores que volvió a bajar.
"No nos desanimenos, no será una línea perfecta", dijo de Blasio. "Esta será una pelea de día a día, tenemos que llegar al punto en el que vamos a tener muchos días buenos, sigan siendo fuertes con las restricciones porque están funcionando".
Según el sitio web oficial del gobernador, Nueva York, más de 202,000 casos de COVID-19 y 11,586 muertes se han confirmado (la Gran Manzana tiene más de 118,000 casos y 8,455 muertes en este momento). Eso es un tercio de todos los casos en Estados Unidos, y una proporción ligeramente mayor de las muertes del país. Cuomo aún señaló nuevos signos de esperanza, incluidas las hospitalizaciones totales, que disminuyeron por primera vez.
Nueva Jersey sigue siendo el segundo estado más afectado de la nación después de Nueva York, ya tiene 71,030 casos y 3,156 muertes confirmadas hasta el miércoles. En su último informe Connecticut tenía 13,989 casos de COVID-19 y casi 700 muertes. En total, el COVID-19 en el área triestatal ha matado a casi 20,000 personas en 45 días.
Si bien Cuomo dice que lo peor puede estar detrás de nosotros, dice que la crisis en sí misma probablemente no terminará hasta que tengamos una vacuna, que podría ser dentro de e un año a 18 meses, si no más. A nivel mundial, hay 70 vacunas en desarrollo.
Creando estrategias para la reapertura
Aunque la curva de los nuevos casos de COVID-19 se está aplanando, las personas aún se enferman, siguen siendo sometidas a cuidados intensivos y siguen muriendo. El número de muertos es un "indicador rezagado", dijo Cuomo, lo que significa que seguirá aumentando incluso cuando las hospitalizaciones e intubaciones se estabilicen. La pregunta no es tanto cuándo volvamos a la normalidad, es qué tan normal cambiará en el futuro.
El presidente Trump ha lanzado un enfoque de despliegue para reabrir la economía, una táctica que dijo el martes podría involucrar la apertura de hasta 20 estados de menor impacto incluso antes de su fecha de reinicio nacional el primero de mayo. Trump reconoció que ese no sería el caso para los estados más afectados como Nueva York, y dijo que los apoyaría reabrir "pieza por pieza", según corresponda.
Como dijo Cuomo el martes, "Cómo se vuelve a abrir es todo. Podríamos perder todo el progreso que hicimos en una semana si lo hacemos mal".
Cuomo es el organizador de una nueva coalición de siete gobernadores liderada por el de Nueva York, Andrew Cuomo, estan analizando cómo reabrir la economía y responder a esa pregunta. Esto junto al gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, el de Connecticut, Ned Lamont, el de Pensilvania, Tom Wolf, el de Delaware, John Carney, el de Massachusetts, Charlie Baker y la gobernadora de Rhode Island, Gina Raimondo. Ellos han lanzado un grupo de trabajo regional para desarrollar un enfoque conjunto para restaurar la economía y hacer que la gente vuelva trabajo.
Hasta ahora, todos están de acuerdo en que definitivamente no sucederá de una vez. Será incremental, un proceso de alivio, no de restricciones e implicará distanciamiento social durante al menos otro mes, si no más.
Cuomo ofreció un poco más de información sobre una reapertura "gradual" el miércoles, diciendo que estaría determinada por dos factores: la esencialidad de cada industria y el riesgo de infección para cada una de ellas. Cuomo dijo que las industrias más esenciales y de menor riesgo se abrirían primero.
Reabrir también requerirá pruebas expansivas a una capacidad que Cuomo dice los estados no tienen para proporcionar por sí mismos. Mientras tanto, el presidente Trump dice que depende de ellos.
Los gobernadores siguen diciéndole a los ciudadanos que superarán esta crisis juntos. Para un número creciente de estadounidenses, volver a empezar es una tarea difícil.
Las solicitudes de desempleo se han disparado a números récord. Los paquetes de ayuda de coronavirus del gobierno federal fueron vistos como una ruta para poner en marcha la economía, pero un componente clave, las verificaciones de ayuda individual, puede retrasarse aún más después de que el presidente Trump emitió la demanda sin precedentes de que su nombre se pusiera en los recibos de pagos.
Los estadounidenses están cada vez más desesperados. Las preocupaciones por el alcoholismo están en aumento. Casi el 40 por ciento de los neoyorquinos admiten libremente beber mientras trabajan en casa. Ese número podría ser aún mayor.
La creciente crisis de desempleo hace que sea más difícil para las familias llevar un plato de comida a la mesa.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, dice que cree que parte del problema solo empeorará en las próximas semanas. Por eso, está proporcionando comidas gratis a todos los neoyorquinos en más de 400 sitios en toda la ciudad y dio a conocer una nueva iniciativa de cuatro millones de dólares de 170 millones el miércoles para garantizar que nadie sufra de hambre:
- El primer elemento: proporcionar 10 millones de comidas en abril y más en mayo.
- En segundo lugar, contratar a más de 10,000 neoyorquinos para entregar comidas.
- Tercero, asegurar el suministro con una inversión de $50 millones en reservas de alimentos para la ciudad.
- Cuarto, proteger las tiendas de comestibles y los trabajadores.
Con ese fin, el alcalde dijo el miércoles que los supermercados deberían exigir a los clientes que se cubran la cara cuando entren.
"Esto ayudará a todos a recordar cuándo están en ese tipo de lugar que es tan importante protegerse y proteger a la comunidad", dijo de Blasio. "No se debe permitir la entrada a ningún cliente que diga 'No, me niego'. La ciudad lo respaldará. Esto es lo más inteligente".
El objetivo es simple: proteger a las personas, salvar vidas.
Uno de los modelos de virus más ampliamente citados, del IHME respaldado por la Fundación Gates, estima que las muertes en nuestra área terminarán más o menos para la primera semana de mayo, suponiendo que se mantenga el distanciamiento social.
Nuevas proyecciones pronostican que las muertes relacionadas con el virus llegarán a aproximadamente 14,500 en Nueva York y 4,400 en Nueva Jersey para el 1 de mayo. Connecticut probablemente no verá estabilizar su curva hasta principios de junio, cuando se espera que alcance alrededor de 5,400.
Ese mismo modelo predice más de 68,000 muertes a nivel nacional a principios de junio, lo que está muy por debajo de las proyecciones anteriores, un crédito para los esfuerzos de mitigación, dicen los funcionarios.
Hasta la fecha, Estados Unidos ha visto más de 600,000 casos y casi 30,000 muertes, según estimaciones de nuestra cadena hermana NBC News. A nivel mundial, los casos superaron la marca de 2 millones el miércoles, con más de 130,000 muertos, según datos de Johns Hopkins.