Lo que debes saber
- NYC recibe hoy al presidente Joe Biden, quien viene a apoyar a las autoridades y su batalla contra el crimen y la violencia armada que reina en la ciudad.
- La violencia armada que ya estaba en aumento durante la pandemia está aumentando de nuevo, y las ciudades asediadas están luchando por saber cómo manejarla.
- Se espera que Biden muestre los esfuerzos federales, estatales y locales para sacar las armas y los tiradores reincidentes de las calles durante su visita. Pero hay límites a lo que el presidente puede hacer cuando no hay apetito en el Congreso para aprobar leyes sobre armas.
NUEVA YORK -- Las armas ilegales están inundando las calles. Los adolescentes están siendo asesinados. Y un número alarmante de agentes de policía han muerto a tiros.
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La violencia armada que ya estaba en aumento durante la pandemia está aumentando de nuevo, y las ciudades asediadas están luchando por saber cómo manejarla. El presidente Joe Biden va a visitar una de ellas, la Ciudad de Nueva York, el jueves mientras intenta disipar las críticas de la derecha de que no ha sido lo suficientemente duro con el crimen.
"Vamos a tener al presidente en esta ciudad, vamos a establecer los términos que necesitamos a nivel federal", dijo el alcalde de la Ciudad de Nueva York, Eric Adams.
Una vez que fue un crítico abierto de su propio departamento y alguien que fue golpeado por la policía cuando era adolescente, Adams se retrató durante su campaña como alguien que podría cerrar la brecha entre el Departamento de Policía de Nueva York y los activistas que presionan por un cambio importante.
El enfoque duro pero intermedio de Adams es el que han buscado Biden y otros demócratas moderados, especialmente cuando intentan distanciarse de los llamados de los progresistas para desviar el dinero de los departamentos de policía hacia los programas sociales.
Se espera que Biden muestre los esfuerzos federales, estatales y locales para sacar las armas y los tiradores reincidentes de las calles durante su visita. Pero hay límites a lo que el presidente puede hacer cuando no hay apetito en el Congreso para aprobar leyes sobre armas.
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El esfuerzo más fuerte en los últimos años fracasó, incluso después de que 20 niños y seis adultos murieran en el tiroteo en la escuela Sandy Hook de 2012 en Newtown, Connecticut.
La visita de Biden se produce poco después del sexto tiroteo este año de un oficial de policía de Nueva York.
Dos hombres se acercaron y le dispararon a un oficial de policía fuera de servicio en un semáforo de Queens mientras conducía al trabajo el martes por la noche, dijo la policía. Herido en el hombro, el oficial fue hospitalizado en condición estable el miércoles y dos hombres fueron arrestados.
“Anoche, nos recordaron nuevamente sobre el peligro y la proliferación excesiva de armas”, dijo Adams, un capitán de policía retirado que asumió el cargo el mes pasado, en el funeral del Det. Wilbert Mora. “Estos oficiales, todos los días, se ponen el uniforme, se ponen ese escudo en el pecho, se ponen ese chaleco antibalas y vuelven a las calles. Todavía regresan y hacen su trabajo. Ahora es el momento de que los legisladores hagan su trabajo”.
“Han sido unas últimas semanas dolorosas, pero el dolor nos une en este momento”, agregó, prometiendo “construir una ciudad de paz de las cenizas del miedo”.
La ciudad más poblada del país enfrentó una serie de crímenes de alto perfil el mes pasado, incluida la muerte de los oficiales, un empujón mortal en el metro de Times Square, un bebé impactado por balas perdidas y un robo mortal en un restaurante de comida rápida.
La madre de la joven asesinada en ese robo de Burger King espera que Biden pueda hacer algo de alguna manera sobre el flagelo de las armas ilegales.
"Para mí, lo único que quiero es lo que le pasó a mi hija, que no le pase a nadie. Quiero decirle al presidente, 'saca las armas de las calles'", dijo Kristie Nieves a través de un traductor.
Es probable que este sea solo uno de varios de los últimos tiroteos discutidos cuando Adams y Biden se reúnan. Además del control de armas, la reforma de las fianzas y la política policial probablemente encabezarán la agenda del jueves.
Después de alcanzar mínimos históricos, los asesinatos han aumentado en los últimos años a aproximadamente donde estaban hace una década, muy por debajo del pico de principios de la década de 1990. Aún así, Adams ha dicho que “el crimen real y la percepción del crimen” están creando una sensación de crisis.
“Son los neoyorquinos contra los asesinos, y no perderemos”, dijo el miércoles, prometiendo dar a la policía “los recursos para combatir esta violencia”.
Biden tiene programado visitar la sede de la policía de Nueva York con Adams y la gobernadora Kathy Hochul por la tarde para discutir estrategias para detener la violencia armada, antes de dirigirse a una escuela de Queens para reunirse con líderes comunitarios que se ven a sí mismos como "intérpretes de la violencia".
"El viaje del presidente es muy importante y lo acompañará el fiscal general Merrick Garland para hablar sobre soluciones reales a la violencia armada", dijo la subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Un funcionario de la administración de Biden dijo que se eligió la ciudad de Nueva York porque es un ejemplo de comunidades que experimentan un aumento en la delincuencia "como resultado de la pandemia", pero también una que ha "desplegado por completo muchas estrategias" que el presidente ha descrito para tratar de revertir la situación. Los funcionarios también destacaron los esfuerzos de la administración Biden para trabajar con los gobiernos locales para interrumpir el flujo de armas utilizadas en los crímenes, como el arma que se usó en el tiroteo fatal de dos oficiales de la policía de Nueva York en Harlem.
Preocupaciones sobre el aumento del crimen en EE.UU. en medio de la ola de violencia armada
Todo esto se desarrolla en el contexto de encuestas recientes que muestran que los estadounidenses están cada vez más preocupados por el crimen y que los republicanos tienen una ventaja sobre los demócratas como el partido que haría un mejor trabajo al enfrentarlo.
La Casa Blanca está rechazando los esfuerzos del Partido Republicano para pintar a Biden como alguien incapaz de enfrentar el crimen.
“Creo que todos estamos de acuerdo o deberíamos estar de acuerdo en que los delitos violentos son un problema grave”, dijo esta semana la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki. “Nuestra opinión es que, en lugar de convertir esto en un fútbol político, debemos centrarnos desde el comienzo del mandato del presidente en reducir el crimen y mantener seguras a nuestras comunidades”.
Las armas están en el centro del debate mientras la nación lidia con homicidios que aumentaron a nivel nacional en 2020. Al menos siete jóvenes de 16 años murieron en tiroteos el año pasado solo en Nueva York y 32 oficiales han recibido disparos en el trabajo en 2022, cinco fatalmente, incluidos Mora y su compañero, Jason Rivera, en las últimas semanas.
Los estadounidenses compraron una cantidad récord de armas de fuego en 2020. Los agentes del orden público recuperaron cantidades históricamente altas de armas de fuego el año pasado y se encuentran con más armas de fuego despojadas de números de serie, lo que las hace imposibles de rastrear.
Algunos datos iniciales sugieren que el período entre la compra y el uso de un arma en un delito y la recuperación por parte de la policía se ha acortado, en comparación con años anteriores.
Para combatir esto, la administración de Biden está reprimiendo más a los comerciantes de "armas fantasma", armas de fuego caseras que carecen de los números de serie que se usan para rastrearlas y que a menudo se compran sin una verificación de antecedentes.
El Departamento de Justicia también está trabajando para detener el movimiento de armas hacia el norte a lo largo del corredor de la Interestatal 95 desde los estados del sur con leyes de armas laxas. Los fiscales federales priorizarán los casos de quienes venden o transfieren armas utilizadas en delitos violentos y, si se promulga el presupuesto de Biden, conseguirán agentes específicos dedicados al esfuerzo.
Los Ángeles y Nueva York se encuentran entre las ciudades con fuerzas de ataque federales destinadas a tomar medidas enérgicas contra el tráfico de armas.
Los agentes federales están integrados en las unidades de homicidios en los departamentos de policía de todo el país, y el Servicio de Alguaciles de los EE.UU. realiza regularmente redadas de fugitivos para arrestar a personas con órdenes de arresto estatales o federales pendientes.
