Lo que debes saber
- Nueva Jersey está lidiando con más de 100 brotes activos de COVID-19 en hogares de ancianos en todo el estado, según la comisionada de salud Judith Persichilli.
- "Estamos viendo un aumento continuo en la cantidad de brotes en hogares de ancianos: 113 brotes activos en la actualidad. Eso es muy preocupante porque sabemos que el sistema inmunológico se debilita con la edad", dijo Persichilli el lunes.
- Actualmente, más del 93% de los residentes y el 74.2% del personal de las instalaciones de atención a largo plazo y de salud de Nueva Jersey están vacunados, dijo el comisionado de salud del Estado Jardín. No está claro si alguno de los vacunados se encuentra entre los casos positivos.
NUEVA JERSEY -- Nueva Jersey está lidiando con más de 100 brotes activos de COVID-19 en hogares de ancianos en todo el estado, según la comisionada de salud Judith Persichilli.
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"Estamos viendo un aumento continuo en la cantidad de brotes en hogares de ancianos: 113 brotes activos en la actualidad. Eso es muy preocupante porque sabemos que el sistema inmunológico se debilita con la edad", dijo Persichilli el lunes.
La administración del presidente Joe Biden anunció la semana pasada que requerirá que el personal de los hogares de ancianos sea vacunado contra el COVID-19 como condición para que esas instalaciones continúen recibiendo fondos federales de Medicare y Medicaid. El mandato no era solo aumentar la vacunación en la guerra del país contra el virus, sino también como una medida adicional para proteger a aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos.
Actualmente, más del 93% de los residentes y el 74.2% del personal de las instalaciones de atención a largo plazo y de salud de Nueva Jersey están vacunados, dijo el comisionado de salud del Estado Jardín. No está claro si alguno de los vacunados se encuentra entre los casos positivos.
"Además, trabajaremos con los líderes de la industria de los hogares de ancianos para desarrollar un plan de refuerzo para todos los hogares de ancianos", dijo Persichilli.
Los funcionarios de salud de EE.UU. anunciaron el miércoles planes para dispensar vacunas de refuerzo de COVID-19 a todos los estadounidenses para apuntalar su protección en medio de la variante delta en aumento y las señales de que la efectividad de las vacunas está disminuyendo.
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El plan, como lo describió los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y otras autoridades de salud de alto nivel, exige una dosis adicional ocho meses después de que las personas reciban su segunda inyección de la vacuna Pfizer o Moderna. Las dosis podrían comenzar la semana del 20 de septiembre.
Los primeros refuerzos se destinarían a personas de grupos de alta prioridad que recibieron las vacunas iniciales en los EE.UU.: residentes de hogares de ancianos, trabajadores de la salud y personas con problemas de salud subyacentes. Es probable que los funcionarios de salud recomienden que el refuerzo sea de la misma marca de vacuna que las personas recibieron inicialmente.
