Una niñera acusada de quemar a propósito a una niña de tres años a la que debía estar cuidando, se encuentra detenida tras no poder prestar una fianza de un millón de dólares.
Cuando la madre de la menor regresó del trabajo el viernes a su casa en Danbury, Connecticut, la niñera, según la policía, le dijo que las quemaduras de segundo grado en las manos y una pierna de la niña se debían a que, cuando atendía a los otros niños, la víctima había tocado la estufa encendida.
Luego de llevar a su hija al doctor, la madre observó un vídeo grabado por una cámara escondida que había instalado recientemente, y vio a la niñera provocarle las quemaduras a la niña de manera intencional, según la policía.
Oficiales acudieron a la casa a eso de las 9:30 p.m. del viernes, luego de que la madre llamó a la policía. Luego, fueron a la residencia de la niñera, Lidia Quilligana, de 31 años, y la arrestaron.
La mujer fue acusada de agresión en primer grado y poner en riesgo de lesiones a un menor, y quedó detenida bajo una fianza de $100,000.
Cuando fue al tribunal el lunes, la abogada de Quilligana dijo que su clienta es una madre de dos, sin récord criminal, y que no había tenido quejas previas en el año que cuidó de la menor.
Luego pidió que la fianza se rebajara a $10,000, pero los fiscales argumentaron que la madre de la niña tuvo suficientes sospechas como para instalar la cámara escondida. El juez aumentó la fianza a un millón de dólares.