NUEVA YORK — Varios legisladores del estado de Nueva York están pidiendo la legalización de la prostitución.
Los senadores Jessica Ramos, Julia Salazar y Brad Hoylman, así como el asambleísta Richard Gottfried están trabajando con Decrim NY para presentar un proyecto de ley para reescribir el código penal del estado para despenalizar los intercambios sexuales en el estado de Nueva York.
Decrim NY es una coalición para "despenalizar, desclasificar y desestigmatizar el comercio sexual en la ciudad de Nueva York y el estado".
En un editorial de opinión del diario Daily News, Ramos y Salazar instaron a que se terminara la criminalización del trabajo sexual, mientras que Gottfried y Hoylman hablaron sobre Decrim NY en una serie de tuits en los que expresaron su apoyo.
"Nuestro objetivo es derogar los estatutos que penalizan el intercambio sexual consentido entre adultos y crear un sistema que borre los registros de prostitución de trabajadores sexuales y los sobrevivientes de la trata sexual para que puedan seguir adelante con sus vidas", dice el editorial de Ramos y Salazar.
Ramos representa a Corona, Elmhurst y Jackson Heights, y Salazar representa a Bushwick, Greenpoint y Williamsburg en el Senado estatal.
“La criminalización no explica la razón por la que las personas intercambian sexo, porque la mayoría de las personas intercambian sexo por necesidades económicas: pagar facturas, el alquiler y poner comida en la mesa. Las personas a menudo recurren al trabajo sexual después de un evento significativo en su vida, como facturas de salud, los que los hace económicamente vulnerables,” de acuerdo con el artículo.
En su editorial, Ramos y Salazar también añaden que las comunidades LGBTQ, afro-americanos, inmigrantes, los discapacitados y otras minorías étnicas se involucran en el trabajo sexual en tasas más altas porque no tienen oportunidades de trabajo en la economía formal.
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Ramos y Salazar dicen que 9 de cada 10 personas arrestadas en redadas de salones de masajes relacionadas con el trabajo sexual son inmigrantes, y la mayoría son asiáticos indocumentados.
Los jóvenes LGBTQ, que a menudo huyen de su hogar buscando aceptación, tienen una tasa de 7 a 8 veces más alta de intercambiar sexo que otros jóvenes en la ciudad de Nueva York, dicen Ramos y Salazar.
