Buscan pena de muerte para presunto miembro de MS-13 en conexión al asesinato de dos niñas

NUEVA YORK -- El gobierno federal buscará la pena de muerte contra el presunto líder de un capítulo de la pandilla MS-13 acusado hace tres años por cargos de asesinato y otros delitos en relación con los horripilantes asesinatos de siete personas, incluyendo dos mejores amigas adolescentes, en el crimen de Brentwood, en Long Island, dijeron funcionarios el miércoles.

Alexi Sáenz fue una de las cinco personas presuntamente relacionadas con la pandilla salvadoreña MS-13 que fue acusada en 2016 de la muerte de las mejores amigas Nisa Mickens y Kayla Cuevas un año después. Tenía 22 años en ese momento.

Sáenz fue arrestado en medio de redadas conjuntas por el FBI y la policía de Suffolk por cargos que incluyen asesinato, conspiración, crimen organizado y otros crímenes por la muerte de las amigas y otras cinco personas durante un período de años. Los federales quieren que sea sentenciado a muerte si es declarado culpable de alguno de ellos.

El cuerpo brutalmente golpeado de Mickens fue encontrado en una calle arbolada en Brentwood el 13 de septiembre de 2016, un día antes de cumplir 16 años. Un día después, el cuerpo golpeado de Cuevas, su amiga de toda la vida, fue descubierto en el patio arbolado de una casa cercana. Los investigadores sospechaban que las jóvenes, mejores amigas apasionadas por el baloncesto, fueron víctimas de la violencia de las pandillas. Aunque varios miembros de la pandilla MS-13 fueron arrestados previamente en relación con la investigación, ninguno había sido acusado de los asesinatos hasta marzo del 2017.

Funcionarios federales dijeron en el momento de las acusaciones que cuatro miembros de una pandilla habían estado buscando a un miembro de una pandilla rival para atacar o matar cuando vieron a las chicas. Reconocieron a Cuevas de un altercado previo con miembros de la MS-13, llamaron a su "líder" (supuestamente Sáenz) y obtuvieron la aprobación para matarla a ella y a su amiga, dijeron las autoridades.

Las chicas murieron a manos de "bates de béisbol y machetes", según funcionarios federales, agregando que Cuevas corrió por su vida.

Handout

Los cuerpos de Mickens y Cuevas fueron encontrados durante un aterrador período de seis semanas para la comunidad, durante el cual la policía también descubrió los restos de Oscar Acosta, de 19 años, Miguel García-Morán, de 15 años, y José Peña-Hernández, de 18 años. Los cinco eran estudiantes de Brentwood High School. Acosta y García-Morán habían estado desaparecidos durante varios meses antes de que sus cuerpos fueran encontrados cerca de las vías de Long Island Rail Road el 26 de septiembre. Peña-Hernández, quien fue encontrada muerta a principios de octubre, era un miembro conocido de la MS-13, dijeron las autoridades.

Según funcionarios federales, los pandilleros creían que Peña-Hernández, estaba cooperando con la policía y lo atrajeron a una zona boscosa cerca del Centro Psiquiátrico Pilgrim y lo apuñalaron repetidamente hasta que murió.

Las muertes de Acosta y García-Morán no fueron cubiertas por las acusaciones de 2017, aunque los investigadores han dicho que creen que también fueron derribados por pandillas. Sus asesinatos permanecen sin resolver. Además de los casos de Mickens, Cuevas y Peña-Hernández, la acusación de 2017 incluye cargos de asesinato en las muertes de Derrick Mayes y Keenan Russell en 2013, el asesinato en 2014 de José Lainez-Murcia y el asesinato en 2015 de Jonathan Cardona-Hernández.

La violencia de las pandillas ha sido un problema en Brentwood y algunas ciudades aledañas de Long Island durante más de una década, pero la policía del condado de Suffolk y el FBI comenzaron a invertir recursos en una ofensiva después de que los asesinatos de las chicas de la escuela secundaria provocaron indignación.

Algunas personas se quejaron de que la policía, los funcionarios escolares y otros no estaban haciendo lo suficiente para detener la violencia. Desde entonces, la policía ha arrestado o vuelto a arrestar a más de 120 miembros de la MS-13 por diversos cargos como parte de un derribo mayor, aunque ninguno había sido acusado de los asesinatos de los estudiantes. Muchos de los sospechosos ya estaban en los sistemas estatales y federales.

Se cree que la pandilla, también llamada Mara Salvatrucha, fue fundada de barrio en Los Ángeles a mediados de la década de 1980 por inmigrantes que huían de una guerra civil en El Salvador. Esta creció después de que algunos miembros fuesen deportados, lo que ayudó a convertir a ese país en uno de los lugares más violentos del mundo.

Ahora es una importante empresa criminal internacional con decenas de miles de miembros en varios países centroamericanos y muchos estados de EE. UU., incluida una fuerte presencia en Long Island, donde sus miembros han sido acusados ​​de al menos 30 asesinatos desde 2010, en Queens y en partes del norte de Nueva Jersey.