Alivio a dueños de casa

Cinco de los mayores bancos de Estados Unidos pagarán al Gobierno 25,000 millones de dólares para paliar los daños derivados de abusos hipotecarios, gracias un acuerdo "histórico", el mayor desde las compensaciones pactadas con la industria tabaquera en 1998.

"El acuerdo es un comienzo. Vamos a asegurarnos de que los bancos cumplen con su parte" por esos abusos y malas prácticas tanto en la concesión de préstamos como en las ejecuciones hipotecarias, explicó el presidente estadounidense, Barack Obama, en una comparecencia en la Casa Blanca.

Tras calificarlo de "histórico", dado que es el más importante sobre compensaciones logrado entre las autoridades federales y estatales de EE.UU. y un sector económico después del negociado en 1998 con la industria tabaquera, Obama aseguró que ayudará a poner fin a una "era de irresponsabilidad".

Previamente, el Departamento de Justicia había anunciado el arreglo alcanzado con Ally Financial, Bank of America, Citigroup, J.P. Morgan Chase y Wells Fargo, cinco de los mayores bancos del país, tras más de un año de negociaciones.

"Este acuerdo refleja nuestro compromiso con garantizar la justicia para las víctimas de las prácticas hipotecarias irresponsables y abusivas", indicó el fiscal general de EE.UU., Eric Holder, quien agregó que también busca "corregir los errores" que condujeron al "colapso" del mercado de la vivienda.

La mayor parte del dinero que pagarán los bancos (unos 17,000 millones de dólares) será para ayuda inmediata a aquellos propietarios que necesiten modificar sus préstamos.

Otros 3,000 millones se destinarán a refinanciar a las personas que están al día con sus pagos y cuyas hipotecas superan el valor actual de su vivienda.

Además, 1,500 millones irán a parar a unos 750,000 propietarios que han perdido sus casas y también los estados recibirán dinero para reforzar la protección a los ciudadanos ante las ejecuciones hipotecarias.

El Gobierno ha dejado claro que el acuerdo no da ningún tipo de inmunidad a los bancos ni cierra la puerta a acciones penales en su contra.

Esos bancos, que en su día fueron "rescatados con el dinero de los contribuyentes", deberán "corregir ahora sus errores", subrayó el presidente, al recordar que el estallido de la burbuja inmobiliaria hizo que muchos estadounidenses perdieran sus empleos y sus casas.

Esa crisis hipotecaria "sigue siendo uno de los mayores lastres de nuestra economía", admitió Obama.

Asimismo, indicó que unos 4 millones de familias en EE.UU. se enfrentan a una ejecución hipotecaria y, por tanto, "no hay excusa para no hacer nada para ayudar" a esas personas a evitar un desahucio.

La semana pasada Obama presentó un plan para revitalizar el mercado inmobiliario que permitirá a millones de propietarios refinanciar sus hipotecas y aprovechar los actuales tipos de interés, históricamente bajos.

Más de 10 millones de propietarios (uno de cada cuatro) deben ahora al banco más dinero que el valor de la casa que compraron en su día.

El presidente volvió a insistir en la necesidad de que el Congreso apruebe ese plan, que beneficiará a millones de propietarios "que hicieron las cosas correctamente" y tienen sus pagos al día, pero fueron víctimas de "prácticas irresponsables".

También recordó que recientemente, a petición suya, se ha puesto en marcha una unidad de delitos financieros, integrada por funcionarios de diversas agencias, para investigar y perseguir las malas prácticas que llevaron a la crisis hipotecaria.

Las autoridades comenzaron a examinar las prácticas bancarias en 2010 cuando se puso de manifiesto que en los trámites de ejecución de las hipotecas y de desahucio los bancos habían incurrido en fraudes.

Una de las prácticas abusivas más extendidas fue la de las "firmas robóticas": la asignación de empleados en los bancos para que estamparan rápidamente la firma sobre los trámites de ejecución sin el estudio debido de los expedientes.

En el origen de esos desahucios precipitados e irregulares está el hecho de que buena parte de los préstamos concedidos antes de la crisis habían sido "empaquetados" y revendidos a grandes inversores, de tal manera que no quedaba ya claro quién era su titular último.

En coincidencia con el acuerdo, la Reserva Federal (Fed, banco central) informó de la imposición de multas por un total de 766.5 millones de dólares contra los mismos cinco bancos que deberán pagar las compensaciones.

Esas multas están relacionadas con "deficiencias" en la concesión de préstamos y en el procesamiento de ejecuciones hipotecarias, detalló la Fed en un comunicado.

Contáctanos