Missouri: 5 penas de muerte en 5 meses

BONNE TERRE, Missouri - Un preso sentenciado a muerte después de que lo declararan culpable de secuestro, violación y homicidio de una adolescente de 17 años en un suburbio de San Luis fue ejecutado en Missouri, en la quinta pena de muerte aplicada en igual número de meses en el estado. Jeffrey Ferguson secuestró a Kelli Hall cuando ésta había terminado de trabajar en una gasolinera de Mobil en St. Charles, el 9 de febrero de 1989. El cadáver desnudo y congelado de la víctima fue encontrado 13 días después en una granja en el condado de St. Louis, en tanto que los investigadores determinaron que fue violada y estrangulada. Ferguson, de 59 años, expiró en los primeros minutos del miércoles en la prisión estatal en Bonne Terre. En un intento por salvar la vida al condenado, los abogados defensores presentaron apelaciones de último minuto en las que impugnaban entre diversos aspectos la negativa del estado de revelar dónde adquirió los fármacos para efectuar la ejecución. Ferguson, que expresó remordimiento por el crimen, se volvió profundamente religioso en prisión, daba orientación a otros presos y contribuyó a emprender un programa de hospicio carcelario, según sus simpatizantes. "La sociedad no gana nada con su ejecución", dijo Rita Linhardt, de Missourenses a Favor de Alternativas para la Pena de Muerte. "No es el mismo hombre que era hace 24 años", agregó. El abogado defensor de Ferguson dijo que éste era un alcohólico que estaba inconsciente la noche del homicidio. Sin embargo, el fiscal del condado de St. Louis, Bob McCulloch, dijo que las buenas obras de Ferguson en prisión no compensan el homicidio sin sentido de la adolescente. McCulloch describió el homicidio como "horrible" y señaló que la víctima tardó varios minutos en morir. Según expertos judiciales, están agotadas las apelaciones de 20 de 41 presos en el pabellón de la muerte en Missouri y podrían ser ejecutados pronto. Ante esta situación, 2014 podría ser un año de alto número de ejecuciones en el estado. Missouri aplicó en 1999 nueve sentencias de muerte, la cifra más alta en un solo año.

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