La cara fea del modelaje

NUEVA YORK - Las modelos son más que caras bonitas, a veces no les dan suficiente de comer, trabajan demasiadas horas y en otros casos son menores de edad lejos de sus familias sin la posibilidad de quejarse cuando las cosas no salen bien.

Algunas de las modelos adolescentes pueden llegar a ganar en un día lo que sus familias pobres en Rusia y Europa del este consiguen en un mes. Por lo que muchas temen decir que sufren acoso sexual, abusos de las agencias de modelos, exigencias para que cambien sus cuerpos y horarios de trabajo extenuantes.

"El modelaje es una labor por contrato precaria", dijo la modelo Sara Ziff, quien fue descubierta por un caza-talentos a los 14 años cuando volvía a casa de su secundaria en Nueva York. "Tenemos muy poca seguridad laboral y también es un mercado despiadado. Sólo hay una Gisele (Bundchen). Esencialmente es una explotación laboral de menores que trabajan para un negocio muy maduro".

Ziff creó The Model Alliance con la esperanza de cambiar la situación. La organización se dedica a mejorar las condiciones laborales de las modelos y a lograr que la industria para la cual trabajan las cuide mejor.

Entre otras cosas, Ziff estableció un sistema confidencial mediante el cual las modelos pueden reportar abusos durante la Semana de la Moda, que comienza el jueves en Nueva York. También está trabajando para crear una carta de derechos para las modelos.

La organización, apoyada por donadores anónimos, fue presentada el lunes y tiene una junta directiva y una junta de asesores creada con especialistas en leyes laborales y de entretenimiento.

Ziff, quien ha trabajado como modelo desde hace más de una década y ha sido imagen de Tommy Hilfiger, Banana Republic y Stella McCartney, también logró que la apoyaran algunas de sus famosas amigas modelos, como Shalom Harlow, Doutzen Kroes y Coco Rocha, una de las primeras en hablar de los problemas de desórdenes alimenticios en la moda.

Ziff, de 29 años, cuenta además con el apoyo del poderoso Consejo de Diseñadores de Moda de Estados Unidos. El grupo comercial le dio otro impulso a su organización cuando presentó su petición anual previo a la Semana de la Moda, en la que solicitó a los diseñadores y encargados de las modelos que no permitan fotógrafos entre bambalinas cuando las modelos se cambian de ropa y para que presten más atención a las tarjetas de identificación de las modelos y no pongan en las pasarelas a chicas menores de 16 años.

La alianza de Ziff es un esfuerzo para persuadir a las modelos de que tomen control de un sector laboral en el que suelen ser tratadas como objetos, "como si eligieran un galón de leche en el supermercado", dijo.

"Una chica hermosa de 13 años puede ser cambiada por otra chica hermosa de 13 años", dijo Susan Scafidi, quien dirige el Instituto de Leyes de la Moda en la Universidad de Fordham y forma parte de la junta directiva de la alianza.

Un borrador de la carta de derechos de las modelos que planean presentar pide que todos los trabajos y selección de modelos que impliquen desnudos se realicen con la aprobación de las involucradas y que ninguna modelo menor a 17 años tenga que posar desnuda o semidesnuda. También pide que los agentes no mientan sobre la edad de las modelos que representan y que trabajen con los padres de las modelos adolescentes para crear un programa de estudios para las chicas.

La mayoría de las modelos no se vuelven súper famosas. Algunas terminan trabajando por ropa en vez de dinero y pasan los años endeudadas con sus agencias por los viajes y viáticos que ocupan cuando recorren el mundo, al tiempo que luchan contra la depresión, la falta de sueño y hábitos alimenticios deplorables.
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