NUEVA YORK – Se espera que el sospechoso de disparar contra dos policías en El Bronx sea instruido el lunes de los cargos de intento de asesinato, posesión ilegal de un arma y de resistirse a un arresto en la corte criminal de El Bronx.
Robert Williams, de 45 años, fue capturado luego de disparar varias veces dentro del cuartel 41 el domingo en la mañana, a eso de las 8:00 a.m., e herir a un uniformado.
Cuando no tenía más balas el presunto pistolero tiró el arma y se colocó en el piso para entregarse a las autoridades, dijo el comisionado de la Policía, Dermont Shea.
El hecho ocurrió 12 horas después de que en otro tiroteo un hombre armado emboscó y disparó a dos agentes cerca del mismo cuartel, ubicado entre la esquina de Southern Boulevard y la avenida Longwood, e hirió a uno de ellos. Según las autoridades, sería el mismo sospechoso el responsable de armas balaceras.
“Pensamos que esa misma persona que trató de asesinar a los policías anoche, esta mañana, en el cuartel 41 aproximadamente a las 8 a.m., entró también con ese mismo motivo”, aseguró el jefe de patrulleros, Fausto Pichardo.
El alcalde Bill de Blasio también aseguró que el ataque fue un intentó de asesinato contra la Policía; sin embargo, los sindicatos de los uniformados Sergeants Benevolent Association lo culpan por, según ellos, crear un ambiente hostil entre policías y civiles.
“Alcalde Bill De Blasio, los miembros del NYPD le ¡declaran la guerra! No lo respetamos, no nos visite a los hospitales”, escribió en Twitter el sargento del sindicato. “Usted vendió al Departamento de la Policía a ese 1% que odia a los policías, pero votaron por usted. Los uniformados están siendo asesinados por culpa suya”, agregó.
Local
Aún se desconoce lo que llevó a que Williams presuntamente atacara a la uniformada y si tiene un abogado en su defensa.
La balacera hirió al agente José Gautreaux en el brazo y se espera que sea dado de alta el lunes.
El primer ataque, ocurrido el sábado a eso de las 8:30 p.m., cuando el pistolero se acercó a una patrulla con dos uniformados en el vecindario de Hunts Point y disparó contra ellos.
El oficial en el asiento del conductor, Paul Stroffolino, fue alcanzado por dos balas, en la barbilla y el cuello. El otro policía transportó al herido al hospital Lincoln y fue dado de alta el domingo con aplausos de sus colegas.
Por otro lado, crece la tensión entre el alcalde, funcionarios electos y el NYPD. Esto tras las protestas que exigen poner fin a la fuerza excesiva de la Policía en la ciudad.
Según el comisionado de ls Policía, Shea, las manifestaciones llevan a crear un ambiente en contra de la Uniformada.
“Vimos personas manifestándose en las calles de la ciudad hace poco”, afirmó Shea. “Las palabras importan y afectan el comportamiento de las personas”, agregó.
Sin embargo, el comisionado no ofreció ninguna evidencia sobre si las protestas influyeron en el comportamiento del sospechoso.
El alcalde, por su parte, no estuvo de acuerdo con el comentario y el sindicato de los uniformados.
“Cualquier persona que cree odio en contra de nuestros oficiales y lleva a este tipo de ambiente no es aceptable”, dijo De Blasio. “Pueden protestar por lo que crean pero no para atacar a los que los protege”, aseguró.
Lo que está haciendo De Blasio y otros funcionarios electos no es suficiente, afirmó el presidente de Asociación Benevolente de la Policía de la Ciudad de Nueva York.
“Hemos advertido sobre esta situación desde el 2012. Lo advertimos en el 2014 y dos policías fueron asesinados”, afirmó Linch a nuestra cadena hermana NBC 4. “Es hora de hablar y decir que esto debe terminar”, añadió.
En 2014, dos policías, Rafael Ramos y Wenjian Liu, fueron disparados mortalmente en su patrulla en Brooklyn por un hombre enojado por las muertes de personas afroamericanos en manos de la Policía.
