Lo que sería una feliz celebración de Navidad culminó en tragedia para una familia hispana de Nueva Jersey víctima de una conductora acusada de manejar ebria. El terrible impacto segó la vida de una madre y dejó en condición crítica a una pequeña de 3 años. La indignación crece, pues no hay arrestos a un mes del incidente.
La familia de Jean Molinares se reunió para tomarse una fotografía navideña días antes del accidente. Sería la última en la que estarían juntos.
El 24 de diciembre, Molinares conducía por la ruta 280 en Nueva Jersey rumbo a un celebración de Navidad; sin embargo, su vehículo se averió, así que se estacionó y colocó las señales de advertencia. Fue en ese momento que su vida cambió en segundos.
Molinares consiguió que algunos vehículos se detuvieran detrás de su vehículo, pero la conductora Liza Rankin habría ignorado las señales de advertencia. El padre recuerda que la conductora condujo a toda velocidad hacía el vehículo donde estaba su esposa y sus dos hijos pequeños.
“En ese momento fue cuando vino y me embistió”, expresó con impotencia.
El reporte de la Policía Estatal señala que Rankin estaba ebria cuando se estrelló contra el vehículo de la familia colombiana, pero fue liberada un día después al pagar tres multas de tránsito.
La madre murió en un hospital del área pocos días después del accidente. A un mes, la conductora sigue libre y no se la han puesto cargos penales. La Policía Estatal informó que la investigación es
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“Es muy doloroso para mí. Esta persona acaba de destruir mi familia, mis planes, mi felicidad, todo lo que yo tenía se ha derrumbado, pero tengo la esperanza que con la ayuda de Dios la justicia haga su parte”, expresó.
En medio de su dolor cuida de su pequeña de 3 años, quien se recupera en el hospital infantil de New Brunswick.
“Me da mucha alegría saber que ella ha venido respondiendo día a día a todos sus terapias y procedimientos, y veo a mi esposa también en ella, la lucha que tuvo siempre con ellos. Me siento muy reconfortado porque los médicos, a veces la ciencia no da para más, pero Dios es el médico de médicos, la última palabra la tiene él”, comentó.
Su otro hijo se recupera de la fractura que sufrió en la pierna. Jean clama que se la haga justicia a su familia.
“Tengo dolor, tengo rabia, tengo muchos sentimientos encontrados, pero creo que eso no me llevará a nada bueno. Espero que la justicia haga su parte”, agregó.
