ELECCIONES PRESIDENCIALES

Sangre nueva renovaría la Legislatura neoyorquina, jóvenes mujeres latinas se imponen

Una docena de senadores estatales, diez de ellos republicanos, no buscarán la reelección este 3 de noviembre, lo que ofrece una oportunidad sin precedentes a figuras políticas no convencionales.

Telemundo

Mientras que la atención nacional se concentra en la contienda electoral entre el exvicepresidente Joe Biden y el presidente Donald Trump, en el estado de Nueva York el electorado decidirá si la Legislatura se renueva con nuevas figuras políticas, muchas de ellas mujeres jóvenes de raíces hispanas.

En todo el estado, más de 2.2 millones de residentes emitieron su voto temprano hasta el sábado, según la Junta Electoral del Estado de Nueva York, o aproximadamente el 17% de los votantes registrados. Además de eso, más de 1 millón de votantes han devuelto boletas en ausencia.

Se proyectó que la participación general de Nueva York superará a dos tercios de los 12 millones de votantes registrados.

Es así como los votantes elegirán los 150 puestos de la Asamblea y las 63 sillas del Senado en Albany, donde la mayoría de los titulares busca su reelección.

Pero lo que hace interesante estas elecciones es el hecho de que más de una veintena de contiendas son abiertas, debido a que los titulares decidieron no reelegirse, además de que algunos aspirantes están compitiendo sin oponente.

Sobresale la salida de 12 figuras del Senado -lo que equivale al 19% del órgano legislativo-, 10 de ellos republicanos, como Kenneth LaValle, del Distrito 1, John J. Flanagan, del Distrito 2, Betty Little, del Distrito 45 y George Amedore, del Distrito 46, entre otros, ofrecerá a la sangre nueva una oportunidad política sin precedentes. El Partido Demócrata espera incrementar así su mayoría en el Senado estatal, lo que pavimentará aún más el camino para la aprobación de proyectos de ley más progresistas.

Además, las mujeres jóvenes de origen hispano parecen tomar las riendas en busca de un escaño en la Amables con figuras como Jessica González Rojas, hija de inmigrantes, quien espera hacer historia en el Distrito 34 de Queens, así como Amanda Séptimo, de origen dominicano, quien compite por la silla del Distrito 84 de El Bronx.

En la Ciudad de Nueva York también se espera el arribo de nuevas figuras en el Concejo Municipal. La demócrata Darma Díaz espera adjudicarse el escaño por el Distrito 37 de Brooklyn, el cual dejó vacante el concejal Rafael Espinal.

Las mujeres han ejercido en gran medida el derecho al voto a lo largo de la historia, al mismo tiempo que la brecha de género en la afiliación a partidos continúa ampliándose.

La politóloga de Harvard, Pippa Norris, autora del ensayo Cultural backlash: Trump, brexit and authoritarian populism (Reacción cultural: Trump, Brexit y el populismo autoritario), en colaboración con Ronald Inglehart, politólogo de la Universidad de Míchigan, señala que si las mujeres acuden a las urnas en proporción algo superior a los hombres en estados péndulo como Míchigan, Florida, Pensilvania y Carolina del Norte, el presidente Donald Trump perderá las elecciones. 

En 2016, según un análisis de Pew Research Center, el 63% de las mujeres que cumplían los requisitos para votar dijeron que sí votarían en las elecciones presidenciales, en comparación con el 59% de los hombres. Una brecha de género de 4 puntos porcentuales similar a las brechas de 4 puntos en 2012 y 2008, así como a las brechas de 3 puntos en 2004, 2000 y 1996. 

Trump recibió el 41% de los votos de las mujeres estadounidenses en general, mientras que el 54% de las mujeres votaron por Hillary Clinton, según datos de la encuesta a boca de urna realizada por Edison Research en 2016.

Trump, sin embargo, obtuvo el 52% de los votos de las mujeres blancas. Para entonces ganó el 52% de los votos de los hombres estadounidenses en general y el 62% de los votos de los hombres blancos, según sugieren los datos de las encuestas a boca de urna.

Pew destaca que la participación de los votantes ha variado de forma significativa según la raza y el origen étnico, sin embargo, dentro de cada uno de estos grupos, persisten las brechas de género. 

Esa brecha lleva a los analistas a plantear que estas elecciones podrían acabar siendo un duelo entre hombres blancos de mediana edad, que constituyen un bloque importante de los seguidores de Trump, y mujeres jóvenes de diferentes orígenes étnicos, más propensas a la corriente progresista e inspiradas en figuras como la congresista neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez.

En 2016, las mujeres hispanas superaron en votos a los hombres hispanos en aproximadamente 5 puntos (50% frente a 45%). Sin embargo, la brecha de género entre los votantes hispanos no ha sido constante, dice Pew. 

Además, la participación de los votantes también varía según el nivel educativo. En general, los votantes con más educación son más propensos a votar en comparación con aquellos de menos educación.

Los votantes hispanos que no tienen un título universitario se encuentran entre los menos propensos al voto. Las mujeres hispanas sin un título universitario fueron más propensas a votar en 2016 (46% frente a 40%) que los hombres con niveles de educación similares. Esta brecha ha ido creciendo con el tiempo. Entre los votantes hispanos más educados, ha habido una diferencia de participación de género mucho menor en los últimos años. En 2016, los hombres hispanos con educación universitaria fueron más propensos a votar que las mujeres hispanas con un título universitario (70% contra 67%).

El análisis de Pew también encontró que las preferencias partidistas difieren ampliamente según el género. En 2018 y 2019, el Partido Demócrata tenía una amplia ventaja con las mujeres: el 56% de las votantes registradas identificadas como demócratas o se inclinaban hacia el Partido Demócrata, mientras que el 38% se identificaba como republicanas o se inclinaba hacia el Partido Republicano. Esto contrasta con los hombres, entre los cuales el 50% eran republicanos o partidarios del Partido Republicano y el 42% se identificaba o se inclinaba por los demócratas. Y esa brecha de género se ha ido agrandando desde 2014.

Entre los votantes hispanos, la mayoría de las mujeres y hombres se identifican como demócratas, pero este es especialmente el caso entre las mujeres hispanas (67% se identificaron como demócratas frente al 58% de los hombres hispanos en 2018 y 2019). 

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