La ley electoral de los Estados Unidos dicta que los estados deben enviar los resultados del voto del Colegio Electoral al Congreso para que sean contados y certificados. Y las dos cámaras se encontraban en sesión el miércoles para certificar esos votos emitidos el pasado 14 de diciembre cuando un grupo de violentos simpatizantes de Trump tomaron el Capitolio.
“Hubo manifestantes que llegaron a los escalones e irrumpieron en el Capitolio, hasta el punto de interrumpir el recuento de votos presidenciales, el conteo se ha suspendido (...) Se reanudará el conteo de votos hasta que la situación se estabilice”, dijo en una entrevista telefónica el recién elegido congresista Ritchie Torres, quien representa al Bronx.
El conteo, que suele ser una mera ceremonia, se desarrollaba bajo la negativa del presidente Trump de aceptar su derrota ante Biden, además de la insistencia de algunos legisladores republicanos a bloquear el proceso.
El vicepresidente Mike Pence presidía la sesión de certificación cuando fue trasladado a un lugar seguro, mientras otros legisladores se resguardaron en sus oficinas de las agresiones de los simpatizantes del presidente.
“La Policía del Capitolio de los Estados Unidos irrumpió en mi oficina y nos ordenó a mi equipo y a mí que evacuáramos. Y buscamos refugio en una cafetería”, narró Torres.
“Nos ordenaron desalojar nuestra oficina debido a informes de un paquete sospechoso. Sabes que soy un neoyorquino de toda la vida, que viví el terror del 11 de septiembre. Entonces, cuando escucho informes de paquetes sospechosos, lo primero que me viene a la mente es una amenaza de bomba. Entonces, es profundamente traumático, es impactante”, añadió.
