¿Qué ocurre con los fondos de una cuenta bancaria cuando muere el titular?

Las finanzas personales y la muerte no son temas que se discuten a menudo en familia, pero es mejor designar beneficiarios con antelación para prevenir disputas legales.

Image of pink piggy bank surrounded by stacks of dollar bills

Según cifras del Gobierno, en 2020 se registraron más de 3.3 millones de muertes en los Estados Unidos, un aumento del 18% con respecto a 2019. El COVID19 se ubicó como la tercera causa principal de muerte, después de las enfermedades cardíacas y el cáncer. 

Las finanzas personales y la muerte no son temas que se discuten a menudo en familia, en especial en los hogares hispanos, que tienden a estar menos preparados para afrontar cualquier eventualidad en comparación a otras comunidades. 

Sin embargo, la pandemia de COVID19 sacó a flote una serie de cuestionamientos respecto al futuro financiero de los deudos cuando la persona que muere es la fuente principal de ingresos en el hogar. ¿A dónde van los fondos de una cuenta bancaria cuando el titular muere? ¿Es posible designar beneficiarios antes de cualquier eventualidad?

Si posee una cuenta a su nombre y no designa a un beneficiario pagadero en caso de fallecimiento, es probable que la cuenta deba pasar por una sucesión antes de que el dinero pueda transferirse a las personas que la heredan. 

Sin embargo, si el valor total de sus activos testamentarios es lo bastante pequeño para clasificarlo como un "patrimonio menor" según la ley del estado donde reside, entonces las personas que heredan tendrán opciones más simples y menos costosas. Dependiendo de la ley del estado, es posible que puedan usar un procedimiento de sucesión simplificado o solo preparar una declaración jurada que indique que tienen derecho al dinero y presentarlo al banco. Pero no todos los estados ofrecen ambas opciones. 

LO MEJOR ES NOMBRAR A UN BENEFICIARIO CON ANTELACIÓN 

La forma más sencilla de heredar los fondos de una cuenta bancaria a alguien es nombrar con antelación a los beneficiarios “pagaderos al fallecimiento”, conocido como POD. 

El titular puede solicitar a su banco el formulario para designar a los beneficiarios. El documento debe ser devuelto a la institución financiera una vez completado. Algunos bancos incluso ofrecen la opción de hacer el trámite en una sucursal.

El dinero en la cuenta bancaria no es parte de patrimonio testamentario (activos que no se pueden transferir sin la aprobación del tribunal testamentario), por lo que puede transferirse de forma rápida y fácil al beneficiario.

Después de la muerte (y no antes), el beneficiario puede reclamar el dinero al acudir al banco con un certificado de defunción e identificación. El formulario de designación de beneficiario estará archivado en el banco, por lo que este sabrá que tiene autoridad legal para entregar los fondos.

COTITULARES DE UNA CUENTA

Si posee una cuenta junto con su cónyuge, luego de que uno de uno de los titulares fallezca, en la mayoría de los casos el copropietario sobreviviente se convertirá de forma automática en el único propietario de la cuenta. No será necesario que la cuenta pase por un proceso de sucesión antes de que pueda transferirse al sobreviviente.

La mayoría de las cuentas bancarias que se mantienen a nombre de dos personas llevan consigo lo que se llama el "derecho de supervivencia". Esto significa que después de la muerte de un copropietario, el propietario sobreviviente se convierte en el único propietario de todos los fondos.

Tome en consideración que si el documento de registro de su cuenta en el banco solo enumera sus nombres y no menciona la tenencia conjunta o el derecho de supervivencia, podría ser que el banco no dé por hecho el derecho de supervivencia. Por eso, lo recomendable es consultar con el banco y asegurarse de que el derecho de supervivencia esté detallado. 

CUANDO EL COTITULAR NO ES UN CÓNYUGE 

Si tiene una cuenta de propiedad exclusiva y agrega a otra persona como copropietario, es posible que no esté tan claro qué desea heredar a esa persona los fondos de la cuenta después de su muerte.

Algunas personas pueden añadir a un familiar con el entendimiento de que el dinero se utilizará para sus gastos funerarios o para algún otro propósito que haya identificado.

Sin embargo, legalmente, la persona cuyo nombre agregue a la cuenta se convertirá en el propietario absoluto de los fondos después de su muerte. A menos que haya algo por escrito, no hay forma de conocer o hacer cumplir los términos de cualquier entendimiento que ustedes dos hayan alcanzado sobre cómo se usaría el dinero. El nuevo propietario es libre de gastar el dinero sin restricciones. Si otros parientes piensan que usted tenía algo más en mente, es posible que se sientan resentidos o enojados si el propietario sobreviviente usa el dinero para fines personales en lugar de pagar gastos o compartir el dinero con otros miembros de la familia.

Si desea que alguien tenga acceso a sus fondos solo para poder usarlos en su nombre, existen mejores formas de hacerlo. Considere otorgar un poder notarial a una persona de confianza (esto le da autoridad durante su vida), o deje una pequeña cuenta bancaria e instrucciones para su uso después de su muerte. No convierta a nadie en copropietario de una cuenta existente a menos que desee que herede el dinero sin ningún compromiso.

EL TITULAR MUERE, PERO NO LAS DEUDAS

Varios factores dictan qué sucede con la deuda cuando muere el titular, incluido si alguien firmó conjuntamente el préstamo, si el deudor tenía activos al fallecer y qué tipo de deuda tenía. Las leyes también varían de un estado a otro.

En términos generales, su patrimonio debe pagar las deudas cuando fallezca, si tiene bienes. 

Por ejemplo: si muere con $50,000 en efectivo en el banco y $10,000 en deuda de tarjeta de crédito, esa deuda debe pagarse antes de que alguien reciba una herencia.

Deberá pagarse esa deuda antes de que su familia reciba algo. El beneficiario debe notificar a los acreedores, agencias de informes crediticios y bancos de su muerte lo antes posible. Al notificar a estas agencias con anticipación, existe una mayor posibilidad de que su familia evite que alguien robe su identidad para obtener ganancias financieras.

Si tiene un codeudor en un préstamo, esa persona es responsable de pagar la deuda si usted muere. Lo mismo ocurre con una tarjeta de crédito conjunta.

En algunos estados, según las leyes de propiedad comunitaria, no importa si su cónyuge era solo un cofirmante o no; sus bienes se consideran conjuntos. Si uno de los cónyuges muere, el otro es responsable de pagar las deudas que queden.

Arizona, California, Idaho, Louisiana, Nevada, Nuevo México, Texas, Washington y Wisconsin son estados que tienen leyes de propiedad comunitaria. Alaska ofrece a las partes la opción de convertir sus activos en propiedad comunitaria.

Si no hay un titular de cuenta conjunta y no vive en un estado de propiedad comunitaria, la deuda de la tarjeta de crédito recae en su patrimonio, que utilizará sus activos para pagarla.

¿QUÉ PASA SI NO HAY SUFICIENTES ACTIVOS EN LA CUENTA PARA PAGAR LA DEUDA?

Los cobradores de deudas pueden llamar a miembros de su familia después de su muerte mientras intentan cobrar sus deudas, y la Comisión Federal de Comercio les permite hacerlo.

Sin embargo, los cobradores de deudas no pueden hostigar a los miembros de su familia haciéndoles pensar que son personalmente responsables de sus deudas después de la muerte.

Y la FTC dice que los cobradores de deudas solo pueden llamar a su cónyuge o al albacea de su patrimonio cuando intenten cobrar. Pueden llamar a otros familiares, pero solo y para ayudar a localizar a un cónyuge o al albacea de la herencia.

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