El gobernador Phil Murphy anunció que reservará $275 millones para ayudar a las pequeñas empresas y las personas afectadas por la crisis de COVID-19, incluidos $40 millones en fondos federales para inmigrantes indocumentados y otras personas excluidas de la ayuda federal.
Murphy anunció el financiamiento en un comunicado el viernes y dijo que gran parte de los $235 millones en asistencia para pequeñas empresas se destinarían a bares y restaurantes, guarderías y otros lugares muy afectados por un año de cierres.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
Mientras tanto, los pagos en efectivo para los inmigrantes indocumentados saldrían de los fondos de estímulo federales sobre los que Murphy tiene control, dijo la administración.
“El COVID-19 ha creado desafíos inimaginables para nuestra economía durante el año pasado”, dijo el gobernador Murphy en un comunicado.
"A medida que salimos de esta pandemia, debemos realizar inversiones específicas tanto en nuestras pequeñas empresas como en nuestra fuerza laboral para sentar las bases de un futuro más fuerte y justo que funcione para todos", añadió.
El dinero para las empresas provendrá de fondos estatales, mientras que los fondos para los indocumentados provendrán de la Ley CARES, dijo la oficina de Murphy el viernes. Nueva Jersey ha recibido $2.390 millones de ese programa, según la presentación del presupuesto del tesorero del estado en febrero.
El anuncio llega más de un año después de que comenzaran los cierres en todo el estado debido a COVID-19, lo que obligó a muchos empleados y pequeñas empresas a quedarse sin trabajo, incluso cuando el virus golpeó a las comunidades afroamericanas con especial dureza.
Noticias
La ayuda para pequeñas empresas incluiría $ 20 millones para bares y restaurantes, $ 10 millones para guarderías, $ 25 millones para nuevas empresas y $ 50 millones para otras empresas y organizaciones sin fines de lucro, así como $ 120 millones para "microempresas", dijo el gobernador.
El programa de $ 40 millones para indocumentados estará restringido a aquellos con un ingreso anual de $ 55,000 o menos. Los pagos únicos tendrían un tope de $ 1,000 para individuos y $ 2,000 para hogares.
La presentación de impuestos sobre la renta anuales no será un requisito, pero los solicitantes deberán mostrar pruebas de que han sido afectados financieramente por la pandemia, según la oficina del gobernador.
Los defensores de los inmigrantes en Nueva Jersey han estado presionando a los legisladores y al gobernador por apoyo durante meses.
Durante las últimas semanas se había reportado que el gobernador estaba considerando un programa de $ 40 millones para ayudar a los residentes excluidos de la ayuda federal, pero los defensores han dicho que el dinero sigue siendo insuficiente para 475,000 residentes sin estatus legal en el estado.
Pero los pagos en efectivo podrían ayudar a entre 20.000 y 30.000 residentes en el estado, según funcionarios de la administración de Murphy. La oficina del gobernador dijo que podría tomar los próximos meses para que el dinero llegue a quienes califican.
Los activistas han estado presionando al estado para que proporcione $ 2,000 en pagos de estímulo directo y $ 600 en beneficios similares al desempleo a los inmigrantes indocumentados afectados por la pandemia. En las últimas semanas, algunos inmigrantes indocumentados participaron en huelgas de hambre para presionar a los legisladores.
La oficina de Murphy, en declaraciones anteriores, ha dicho que el gobernador entiende que las comunidades de color han tenido que soportar una "enorme carga durante la pandemia".
Murphy ha impulsado programas para ayudar a los inmigrantes indocumentados, incluida la asistencia para el alquiler y esfuerzos con socios sin fines de lucro para abordar la inseguridad alimentaria.
Las conversaciones con la Legislatura estatal y los grupos de inmigración sobre recursos adicionales están en curso, dijo la oficina del gobernador.
El paquete de ayuda para el coronavirus de 1,9 billones de dólares aprobado por los demócratas del Congreso y promulgado por el presidente Joe Biden en marzo no proporciona dinero para los inmigrantes indocumentados, pero el plan permite que los niños nacidos en Estados Unidos y los hijos de inmigrantes indocumentados con tarjeta verde se beneficien de los pagos de estímulo.
