Cuando la leche envenenada con el líquido desinfectante Pine-Sol no mató a sus mellizos de 46 días de nacidos, Danezja Kilpatrick, diagnosticada con una enfermedad mental, decidió que ella misma cobraría la vida de sus hijos de la forma más horrenda: escaldó a un bebé con agua hirviendo y apuñaló en la nuca al otro recién nacido, revelaron los fiscales el sábado.
La acusada del doble asesinato no solo detalló cómo mató a los pequeños en su apartamento de Woodside Houses, también se cree que posiblemente pasó cuatro días en la casa con sus cadáveres.
"Ya no los quería", dijo Kilpatrick, de 23 años, cuando los oficiales llegaron al apartamento. “Están muertos”. Las declaraciones de la mujer fueron citadas por los investigadores.
La fiscal de distrito adjunta de Queens, Adarna DeFrietas, reveló los escalofriantes detalles durante la lectura de cargos. Kilpatrick permanece detenida sin derecho a fianza.
Al principio, dijeron los fiscales, la madre intentó sin éxito envenenar a los bebés al mezclar Pine-Sol en su leche. Luego colocó a Dakota boca abajo en la bañera y dejó correr agua hirviendo sobre la espalda de la bebé hasta que la pequeña dejó de llorar.
Kilpatrick envolvió a la bebé en una manta rosa, la metió en una bolsa de plástico y colocó el cuerpo debajo del fregadero de la cocina, según los fiscales.
Manténte al tanto de las noticias locales y del estado del tiempo. Suscríbete a nuestros newsletters gratuitos aquí.
Luego colocó al pequeño Dallis boca abajo en su cuna y le clavó un cuchillo en la nuca, para luego poner una manta sobre su cadáver, de acuerdo con la denuncia.
Aunque los cuerpos fueron encontrados el jueves después de que la prima de la acusada llamara a la policía para pedir una revisión de bienestar, los fiscales dijeron que las muertes posiblemente ocurrieron el lunes.
"Los bebés no me dejaban dormir", dijo la madre a la policía después de su arresto el jueves, según los fiscales. “Simplemente me di por vencida y dejé de preocuparme. No me importaban los bebés, por eso los envenené".
Kilpatrick está bajo el cuidado de un médico a la vez que enfrenta cargos de asesinato, poner en peligro el bienestar de un niño y posesión de armas.
“Este es un caso trágico y desgarrador”, dijo la fiscal de distrito de Queens, Melinda Katz. “Dos bebés están muertos y su madre es acusada de hacer lo impensable. Este debería haber sido un momento de alegría para esta familia. En cambio, los familiares de los bebés están de luto por las muertes".
Kilpatrick le dijo a la policía que no conocía al padre de los gemelos y que nadie la estaba ayudando con los niños recién nacidos. Pero su hermana le dijo al Daily News que viajaba a menudo desde su casa en Yonkers para ayudar con sus sobrinos. También afirmó que nunca pensó que la madre podría matar a los recién nacidos.
La situación se tornó sombría el jueves, cuando la hermana de la madre, Quanteya Kilpatrick, fue a visitarla al apartamento en Woodside, Queens.
"Tan pronto como entré supe que algo estaba mal", dijo Quanteya, de 39 años. “No había ropa de bebé, ni biberones. Me dijo que los bebés estaban con su padre", declaró al News.
La preocupada prima de la acusada, Keywona Llanos, una oficial de vivienda de la Policía de Nueva York, llamó al 911 tras conversar con Quanteya, lo que llevó al descubrimiento de los cuerpos y al arresto de Kilpatrick.