Una joven que acababa de comenzar su carrera en una firma de inversiones de la Ciudad de Nueva York murió durante una fiesta en una azotea en el East Village, informó la policía el domingo.
Cameron Perrelli, de 24 años, disfrutaba de una fiesta en el techo de un edificio en la Avenida A cerca de la calle East 12th el sábado alrededor de las 3 a.m. cuando perdió el equilibrio cayó a su muerte, según la investigación.
Fue trasladada al Hospital Bellevue, pero los médicos no lograron salvarle la vida pese a su desesperado intento.
La policía cree que Perrelli asistía a una fiesta de cumpleaños en el techo del 202 Avenue A cuando intentó cruzar al techo de un edificio adyacente, el 200 Avenue A, pero perdió el equilibrio y cayó desde el séptimo piso.
“No era propio de ella tomar riesgos. Ella no era de las que se arriesgan. No lo entiendo”, dijo al Daily News su padre, Louis Perrelli.
El padre también añadió que estaba particularmente preocupado por los informes de frecuentes fiestas en azoteas en el área.
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"Realmente no sabemos mucho", dijo su tío, Michael Perrelli. “Tenemos tres versiones, una es que ella estaba saltando de un edificio a otro, la otra es que caminaba sobre un respiradero de aire acondicionado, y la tercera es que se resbaló”, expresó.
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"¿No tienen una cerca en la parte superior del edificio? ¿Permiten fiestas?”, cuestionó.
Según su página de LinkedIn.com, estudió administración de empresas en la Universidad de Florida y comenzó a trabajar en la Ciudad de Nueva York en 2019, cuando se unió al Third Bridge Group. Se convirtió en cliente asociada en enero, según su perfil.
"Oh, Dios mío, Cameron era un ángel", dijo su padre. "Ella era muy madura, tranquila, encantadora. Ella era perfecta. ... Ella siempre fue la conductora designada, la buena persona, la pacificadora”.
La muerte de Perrelli consternó incluso a los funcionarios electos. La concejal Carlina Rivera calificó la fiesta como “peligrosamente superpoblada” y dijo que era la última de una serie de ruidosas y peligrosas reuniones en azoteas en East Village donde los juerguistas a menudo saltan de un edificio a otro.
“Esta tragedia muestra cuán peligrosas se han vuelto las fiestas en la azotea abarrotadas o mal administradas, y cuán a menudo tienen poca o ninguna protección de seguridad o monitoreo”, dijo Rivera en un comunicado el domingo.
Rivera también expresó que está trabajando en proyectos de ley que requerirían que los inquilinos firmen un documento en el que declaren que comprenden los códigos de ruido de la ciudad y que brinden a las agencias de la ciudad un mejor acceso a los contactos de emergencia para los edificios, al tiempo que requieren una supervisión más estricta de los tejados.
“Si toma la decisión de comprar un edificio, es responsable de la vida de sus residentes. Y estos propietarios no están cumpliendo con esa responsabilidad”, indicó.
La presidenta de Manhattan, Gale Brewer agregó que “la trágica muerte de una mujer que se cayó de un techo durante una fiesta en el East Village el sábado es un doloroso recordatorio de que el Ayuntamiento y los administradores de propiedades no están dando un paso al frente cuando se trata de fiestas en la azotea".