Un reporte del National Bureau of Economic Research encontró que el 52% de los estadounidenses gastaron el cheque de estímulo de $1200 para pagar deudas, mientras que el 33% optaron por ahorrar el dinero en sus cuentas bancarias.
Asimismo, un 15% de los participantes en el sondeo indicó que gastó o gastaría la mayoría de los fondos.
“Los individuos reportaron haber gastado o planificaban gastar en promedio solo el 40% del total de las transferencia al desglosar de forma detallada cómo usaron los cheques. Esta relativa tasa baja de gasto de una sola transferencia es mayor entre los que experimentan problemas de liquidez, que están fuera del mercado laboral, que viven en hogares más grandes, que tienen un menor nivel de educación y aquellos que reciben ingresos menores”, dice el reporte.
El National Bureau of Economic Research entrevistó a unas 12,000 personas para el reporte. El estudio también señala que las medidas de confinamiento redujeron la necesidad de transportación, lo que se tradujo en una reducción en el gasto familiar.
El informe también señala que los estadounidenses que recibieron el cheque, así como el seguro de desempleo, estarían más motivados a buscar un empleo con más rigurosidad.
“Descubrimos que no hay un efecto significativo en las decisiones sobre oferta laboral como resultado de la transferencia de estos pagos, excepto para el 20% de los desempleados que reportaron que el pago de estímulo los incentivó más a buscar trabajo”, arrojó el estudio.