NUEVA YORK – El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, junto a la fiscal general, Letitia James, el presidente de la Liga Nacional Urbana, Marc Morial, y el presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color, Derrick Johnson, reclamaron el domingo que el gobierno federal tiene deficiencias en el plan de distribución de vacunas contra el COVID-19 debido a que no atiende a las comunidades de color.
Los cuatro líderes señalaron, durante una conferencia telefónica conjunta el domingo, que el gobierno federal no ha aprendido las lecciones de la pandemia durante la cual las comunidades de color han experimentado tasas de mortalidad más altas y falta de acceso a una atención médica adecuada. Asimismo, los funcionarios criticaron el plan federal actual por depender de la infraestructura de vacunación contra la influenza existente y de las entidades privadas de atención médica, que históricamente han tenido como resultado tasas de vacunación insuficiente y peores resultados de salud en las comunidades de color.
“¿Por qué la tasa de infección por COVID-19 fue mucho más alta en las comunidades de color? Porque no tienen un adecuado cuidado de la salud. Para empezar, existían disparidades en la atención médica. Las personas no recibían tanta atención regular. Tenían problemas subyacentes, enfermedades subyacentes”, dijo el gobernador durante una conferencia conjunta con los otros líderes el domingo.
"El COVID-19 impacta de manera desproporcionada a las comunidades de color. La Casa Blanca propuso un plan de vacunas no equitativo que pone a estas comunidades en último lugar y depende de las grandes cadenas de farmacias que no existen en los vecindarios más necesitados", escribió el gobernador en Twitter. "Las comunidades de color no pueden ser las últimas en la lista de una vacuna".
El gobernador también señaló durante la conferencia que las comunidades de color recibieron menos pruebas que las comunidades ricas porque, según él, en estas últimas es donde se encuentra la infraestructura de atención médica y “donde la gente tenía los recursos para tomarse el tiempo o el gasto de hacerse las pruebas”.
Ante esto, el gobernador dice que a pesar de que han hablado con la Casa Blanca sobre las vacunas contra el COVID-19, y cómo serán distribuidas, el plan que el gobierno federal tiene es distribuir esas vacunas a compañías farmacéuticas privadas y que cuando sea aprobada por el FDA, dice el gobernador, las vacunas serán repartidas en la red de atención médica privada, la que no existe en las comunidades de color, agregó.
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“Es discriminatorio y poco inteligente para todos los estadounidenses porque si hemos aprendido una cosa, es que a menos que todos estén a salvo, nadie está a salvo. Hasta que todos reciban la vacuna, nadie puede estar fuera de peligro”, dijo durante la conferencia telefónica.
El gobernador y los otros tres lideres piden que el Gobierno Federal anticipe la necesidad de un alcance especial a estas comunidades, financiar al gobierno estatal, financiar organizaciones comunitarias. En la conferencia dijeron que Nueva York puede participar en proyectos de vivienda pública y puede trabajar con organizaciones comunitarias, pero que necesitan los recursos para hacerlo y que para eso necesitan el apoyo federal.
El gobernador de Nueva York reveló el pasado 18 de octubre un borrador sobre el plan de la distribución de vacunas en el Estado. Dentro del plan dijo que Nueva York ha identificado la necesidad de 40 millones de dosis de la vacuna y se necesitarán 2 dosis del medicamento anticipado para cada residente del Estado. Ejecutar la administración de unos 40 millones de dosis es una tarea sin precedentes para el estado, que ya ha logrado volúmenes de prueba nunca antes vistos desde el inicio de la pandemia.
