Un líder sindical al que el gobernador Andrew Cuomo una vez llamó "un buen amigo para mí y para toda mi familia" tiene amplios vínculos con el crimen organizado, según los fiscales federales el lunes. Las fuerzas del orden claman que no se le otorguen condiciones de fianza.
La oficina de Cuomo calificó las nuevas acusaciones contra James Cahill de "horrendas" y "inquietantes" y dijo que cualquier persona que infrinja la ley debe ser responsabilizado de sus actos. El abogado de Cahill negó con vehemencia las acusaciones.
Cahill, presidente del Consejo de Oficios de Construcción y Edificación del Estado de Nueva York, que representa a más de 200,000 trabajadores de la construcción sindicalizados, fue uno de los 11 funcionarios laborales acusados en octubre por cargos que incluyen crimen organizado y fraude.
Los fiscales federales alegan que Cahill aceptó sobornos para actuar a favor de empleadores no sindicados y para ejercer una "influencia corrupta en el sector de la construcción". En un caso, afirman los fiscales, Cahill instó específicamente a un empleador a no sindicalizarse después de un presunto soborno.
Se encuentra en detención domiciliaria con monitoreo electrónico, pero buscó aliviar esas condiciones a un simple toque de queda. Los fiscales, en un memorando el lunes, se opusieron con vehemencia.
"El acusado tiene amplios vínculos con miembros del crimen organizado, lo cual es más que suficiente para justificar las restricciones actuales de fianza con el fin de proteger al público y la seguridad de los posibles testigos en este caso", escribieron los fiscales a Colleen McMahon, la jefa juez federal en Manhattan.
Entre otros factores, el gobierno dijo que tenía grabaciones de Cahill presumiendo de ser el último de los "Westies", un notorio grupo del crimen organizado.
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También fue capturado en video presumiendo de sus relaciones con presuntas figuras del crimen organizado serbio y con líderes convictos de la familia criminal Gambino, según los fiscales.
"Como se aclara en estas grabaciones, Cahill tiene profundos vínculos con los principales miembros del crimen organizado que se sabe que participan en actos de violencia e intimidación, lo que representa una amenaza para los posibles testigos en este caso, en especial si Cahill pudo ir a cualquier parte y reunirse con cualquier persona sin ninguna capacidad real de los Servicios Previos al Juicio para monitorear sus movimientos", escribieron los fiscales.
El abogado de Cahill refutó las acusaciones del gobierno.
"El señor Cahill niega tener vínculos con el crimen organizado, y las acusaciones en la carta tienen décadas de antigüedad o son internamente inconsistentes", dijo el abogado Sanford Talkin a News 4 New York.
Cahill ha sido una figura prominente y poderosa en el movimiento sindical de Nueva York durante años, lo suficiente como para ganarse el agradecimiento público del gobernador Cuomo, quien viajó hasta Florida en marzo de 2017 solo para dirigirse a la conferencia de invierno del Consejo de Comercio.
"Jimmy Cahill, que es tan buen amigo mío y de toda mi familia durante tanto tiempo, démosle un aplauso a Jimmy", dijo el gobernador en sus palabras de apertura, según una transcripción publicada en su sitio web.
La oficina del gobernador respondió de inmediato a los nuevos reclamos contra Cahill el lunes.
“Estos alegatos son horrendos, inquietantes y una bofetada para los hombres y mujeres trabajadores que forman parte del movimiento sindical. Cualquiera que infrinja la ley debe ser responsabilizado por sus acciones", dijo un portavoz de Cuomo en un comunicado.
