Hambre, el suplicio de miles de familias en la región

La inseguridad alimentaria empaña las fiestas de miles de familias en el área.

NUEVA YORK – El Día de Acción de Gracias es la gran oportunidad para reunir a la familia en torno a una mesa rebosante de comida tradicional, postres y bebidas; sin embargo, en el hogar de miles de hispanos no habrá más que alacenas y neveras vacías.

El 12.8% de la población (1,090,936 de personas) de la ciudad de Nueva York se encuentra en una situación de inseguridad alimentaria. El Bronx sigue siendo el condado más castigado en términos de prevalencia, con un 26,3% de residentes (290,469 personas) que viven en hogares donde la comida escasea, según el informe The Uneaten Big Apple: Hunger's High Cost in NYC, de la organización Hunger Free America's.

El reporte, divulgado en 2018, señala que Brooklyn agrupa el mayor número de personas que viven en hogares con inseguridad alimentaria, con 368,799 residentes en el período 2015-17.

Los investigadores analizaron las estadísticas del Censo y los datos del Departamento de Agricultura para obtener un retrato del hambre y la inseguridad alimentaria en la ciudad y en el área metropolitana circundante. El aumento en los salarios en los últimos años más el bajo desempleo ayudaron a disminuir el número de personas que no pueden pagar suficientes alimentos para sus hogares. Sin embargo, las estadísticas siguen siendo más altas que antes de que la recesión golpeara al país hace unos 10 años.

Alrededor de 1,96 millones de personas en la región, que incluye la ciudad y sus suburbios, así como Nueva Jersey y Connecticut, sufrieron hambre entre 2015 y 2017, señala el estudio. Desde 2005 hasta 2007, justo antes de la recesión, ese número fue de 1,56 millones.

Las familias hispanas enfrentan elevadas tasas de inseguridad alimentaria en los Estados Unidos. Uno de cada seis hogares latinos en la nación experimenta hambre de forma cotidiana, estima la organización Feeding America. Para los niños la disparidad es aún más severa. Más del 18% de los menores hispanos están en riesgo de sufrir hambre, en comparación con el 12% de los niños blancos y no hispanos.

Tener un empleo no garantiza que la cabeza de familia pues pagar tres comidas al día para su familia. El 81% de las familias hispanas atendidas por los bancos de alimentos de Feeding America tienen al menos un miembro de la familia que trabaja.

En general, la tasa de inseguridad alimentaria en la ciudad de Nueva York y en el estado se incrementó desde que se recortaron los fondos para SNAP en 2013, según Food Bank For New York City. En el estado, 2.8 millones dependen de SNAP y en la ciudad, 1.6 millones usan el programa.

En 2018, casi el 80% de los proveedores de alimentos de emergencia, encuestados por Food Bank For New York City para su reporte “State of Hunger in NYC, han visto un aumento en la demanda de alimentos de emergencia en los últimos cinco años desde el corte de SNAP. Más del 54% informaron haberse quedado sin comida para ayudar a las familias.

Según Food Bank, en 2018, el costo de los alimentos aumentó en un 27% en los cinco condados en los últimos años. En Manhattan, aumentó en un 46%.

Hunger Free America estima que costaría otros $ 569 millones anuales, además de lo que ya se gasta en programas de asistencia alimentaria, para erradicar el hambre en toda la ciudad.

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