Nueva York estrena un nuevo museo

NUEVA YORK - Finalmente, luego de cuatro años de construcción, el Museo Whitney de Arte Estadounidense está listo para recibir a sus viejos y nuevos admiradores en su flamante hogar: una estructura brillante y asimétrica de acero y vidrio con impresionantes vistas de los rascacielos y el río Hudson en el vibrante Meatpacking District de Manhattan.

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El edificio de 422 millones de dólares, diseñado por el italiano Renzo Piano, cambia el concepto de museo. Sus 20,400 metros cuadrados (220,000 pies cuadrados), incluyendo más de 1,600 metros cuadrados (18,000 pies cuadrados) libres de columnas estructurales y 1,200 metros cuadrados (13,000 pies cuadrados) de galerías en terrazas al aire libre, representan el doble de su sede anterior en el Upper East Side. Eso se traduce en más espacio para las 22,000 piezas de su colección permanente, más galerías para exhibiciones temporales, más actividades y, por primera vez, espacio para un centro de estudio de artes plásticas, un foro de 170 butacas y un centro educativo con salones de clase de lo más avanzados.

El Whitney se inaugura oficialmente el 1 de mayo con una exposición que servirá para presentar la espaciosa e luminosa estructura del museo y su colección permanente a profundidad.

La exposición "America is Hard to See" (o "Es difícil ver Estados Unidos) toma su nombre de un poema de Robert Frost y reúne 650 obras de 400 artistas de 1900 a la actualidad, colmando cada uno de los ocho pisos del edificio. Casi un cuarto de las piezas no han sido vistas o no se han expuesto durante décadas y más de 150 están debutando.

Quizá mejor descrito como moderno industrial, el edificio es una mezcla excéntrica de formas y ángulos con muchas ventanas panorámicas que van del techo al suelo.

En una entrevista Donna De Salvo, la principal curadora del museo, quien trabajó estrechamente con el equipo arquitectónico, charló animadamente sobre las oportunidades que representa el diseño para "las nuevas narraciones sobre lo que pensamos del arte estadounidense".

El museo ha recaudado cerca de 760 millones de dólares, incluyendo 225 millones para su dotación.

Lo que cambia todo es el espacio, dijo De Salvo. "No teníamos el espacio adecuado en nuestras instalaciones anteriores para aprovechar todo lo que podemos ofrecer".

Ahora hay dos pisos destinados a su colección permanente, otros dos pisos y el vestíbulo para exposiciones temporales. Incluso los elevadores fueron diseñados especialmente con piezas del artista Richard Artschwager.

De Salvo considera que los artistas se sentirán inspirados por los nuevos espacios "y los reinventarán una y otra vez". Están creados conforme a las necesidades de cómo trabajan los artistas y curadores, señaló. Los pisos están acondicionados para que se puedan presentar espectáculos e instalaciones. Los techos de rejilla permiten que las paredes y las obras se puedan presentar en múltiples configuraciones.

La galería sin columnas, del tamaño de un campo de fútbol, puede albergar una o múltiples exposiciones. Cuatro terrazas al aire libre proporcionan el espacio perfecto para la escultura, instalaciones, proyecciones y presentaciones en vivo, además de conducir al barrio y los restaurantes de moda de la zona con edificios de apartamentos de lujo, tiendas y clubes nocturnos. La zona de Chelsea, llena de galerías, está al norte, y Greenwich Village al sur.

Colindante al este con el parque elevado High Line y con el Hudson River Park al oeste, el Whitney sirve como "un puente metafórico entre dos espacios", dijo el director del museo, Adam Weinberg. Escaleras metálicas conectan las terrazas en tres pisos, a pasos de las azoteas de los edificios más bajos.

La gente que camina por el High Line de 2.3 kilómetros (1.45 millas) puede ver parte del laboratorio de conservación del museo y la zona de embalaje.

"Puedes ver el arte moverse por el edificio y eso te da una sensación del proceso de lo que pasa detrás de cámaras", dijo Weinberg. "La idea es unir el proceso del arte al museo, para revelar lo que pasa dentro".

La exposición inaugural comienza en la galería del vestíbulo con una presentación del precursor del museo, el Whitney Studio Club en el Greenwich Village, y su fundación en 1930 por la heredera y escultora Gertrude Vanderbilt Whitney. El museo migró al norte con los años, llegando a su tercera sede en 1966, el edificio diseñado por Marcel Breuer en la Avenida Madison que ahora está en préstamo al Museo Metropolitano de Arte.

La exposición continúa en el piso superior y va descendiendo cronológicamente, presentando obras en 23 "capítulos", cada uno nombrado a partir de una pieza. Una sección llamada "Music, Pink and Blue", por una pintura de Georgia O'Keefe, revisa la creación artística de la década de 1920 cuando los artistas trataban de registrar el sentimiento y la sensación de la música en sus obras. Otra sección expone el activismo de los artistas en la década de 1930.

Cada sección presenta obras de múltiples disciplinas: pintura, fotografía, video, instalación y dibujo, pues "es una imagen mucho más fiel de cómo trabajan los artistas", dijo De Salvo.

Una gran exposición de Frank Stella ocupará todo el quinto piso a finales de año.

"Me encanta la conexión con la ciudad", dijo Laurel Emery sobre el edificio cuando iba bajando del High Line con Jim Kegley.

Los dos constructores de Atlanta dijeron que les encantaba cómo interactúa el diseño con la arquitectura que lo rodea.

"Es muy accesible, atraerá a mucha gente", dijo Kegley.

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