Pese a las múltiples protestas, el alcalde Eric Adams reafirmó el inminente ultimátum de la ciudad: los trabajadores municipales tienen hasta mañana viernes 11 de febrero para vacunarse o serán despedidos.
Hasta 3,000 trabajadores municipales perderían sus empleos el viernes por negarse a vacunarse contra el coronavirus, en lo que podría ser el ejemplo más drástico de la nación de una reducción de la fuerza laboral vinculada a un requisito de vacunación.
Pero el mandato, establecido por el exalcalde Bill de Blasio, ha demostrado su eficacia, según estadísticas de la ciudad. Alrededor del 95% de los 370,000 trabajadores municipales han recibido al menos una dosis de la vacuna, un aumento del 84% desde que De Blasio emitió el mandato en octubre del año pasado.
Unos 38.400 trabajadores de la ciudad han recibido al menos una dosis de la vacuna desde que se anunció el mandato municipal en octubre. Además, hasta ahora más del 85% de los adultos de la ciudad están completamente vacunados en parte gracias a los mandatos de la ciudad.
Adams ha expresado que no desea despedir a policías, bomberos, maestros y otros trabajadores esenciales; sin embargo, también ha dejado claro que no dará un paso atrás para hacer cumplir la vacunación contra el virus.
Según la ciudad, el Departamento de Policía y el Departamento de Prisiones tienen las tasas más bajas de vacunación con un 88% de trabajadores que han recibido al menos una dosis. Alrededor del 95% de los trabajadores del Departamento de Bomberos y el Departamento de Saneamiento han recibido al menos una dosis.
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Los 3,000 trabajadores a punto de perder el empleo representaría menos del 1 por ciento de la fuerza laboral de la ciudad, pero aún se cree que es la mayor reducción de trabajadores en la nación en respuesta a un mandato de vacunación. Otros aproximadamente 1,000 nuevos empleados de la ciudad deben mostrar prueba de dos dosis antes del viernes o también podrían ser despedidos.
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Además de los 3,000 trabajadores que podrían ser despedidos, otros 9,000 trabajadores de la ciudad tampoco están vacunados, pero han recurrido a exenciones o trabajan con sindicatos para evitar el despido.
En total, alrededor de 13,000 trabajadores han solicitado exenciones, que se conocen como adaptaciones razonables, y hasta el momento se ha procesado el 54% de esas solicitudes, según funcionarios de la ciudad. Se aprobaron unas 2,100 y se denegaron 4,910.
Otras grandes urbes como Boston y Chicago también han implementado mandatos de vacunación similares a los de Nueva York, pese al rechazo por parte de los sindicatos y los trabajadores. Pero la Gran Manzana también ha visto resistencia a su mandato. Los sindicatos presentaron una demanda en la que argumentaron que la ciudad se había excedido en su autoridad, pero los desafíos no prosperaron. Un grupo de sindicatos presentó una nueva demanda el martes en la afirman que la ciudad no está siguiendo el debido proceso al despedir a los trabajadores.
En otros lugares como San Francisco, el estado de Washington y Massachusetts, cientos de trabajadores han perdido sus trabajos, aunque la mayoría ha cumplido con los mandatos.
El ultimátum en Nueva York ha desencadenado preocupaciones acerca de la escasez de personal y cómo esto afectará los servicios que necesitan los neoyorquinos, pero la administración de Adams sostiene que los posibles despidos no deberían tener ningún efecto, ya que los empleados en cuestión han estado de licencia sin goce de sueldo durante meses.
La ciudad también estima que la cantidad real de empleados municipales despedidos podría ser menor, ya que algunas pueden decidir vacunarse justo antes de la fecha límite del viernes.
El mandato actual establece que todos los trabajadores de la ciudad deben recibir una dosis de la vacuna. Los nuevos empleados deben recibir dos dosis si recibieron una vacuna que incluye una segunda dosis. Hasta ahora no se requiere la dosis de refuerzo, pero Adams ha dicho que ha considerado solicitarlo como parte del mandato.
