COPENHAGUE - Una mujer de 60 años que murió por problemas de coagulación sanguínea después de haber recibido la vacuna de AstraZeneza contra el COVID-19 tenía "síntomas inusuales", informó la Agencia Danesa del Medicamento.
Este organismo estatal menciona entre esos síntomas "una baja cantidad de plaquetas sanguíneas, coágulos en vasos sanguíneos pequeños y grandes y hemorragias".
"Fue un inusual cuadro clínico en torno a la muerte lo que nos hizo reaccionar. Se encontró otro cuadro similar en otros pocos casos en la base de datos europea de efectos secundarios. Noruega también ha descrito supuestos efectos parecidos", consta en un comunicado.
Dinamarca fue el primer país que suspendió temporalmente el pasado jueves el uso de la vacuna al detectar problemas de coagulación en varias personas y registrar una muerte.
Las autoridades danesas resaltaron entonces que se trataba de una medida de precaución y que no se puede concluir todavía que haya una relación causal entre la vacuna y los trombos.
Noruega, Islandia, Bulgaria, Irlanda y Países Bajos también han suspendido posteriormente el uso de la vacuna, mientras que varios países como Austria, Estonia, Letonia, Lituania y Luxemburgo retiraron un lote en concreto al detectar casos de trombosis.
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La Agencia Europea del Medicamento (EMA) recomendó la semana pasada seguir administrando la vacuna al considerar que "los beneficios de la vacuna siguen superando sus riesgos".
El comité de seguridad (PRAC) de la EMA concluyó que, de momento, "no hay indicios de que la vacunación haya causado estas afecciones, que no se enumeran como efectos secundarios de esta vacuna", aunque ha puesto una investigación en marcha, al igual que agencias estatales de varios países europeos.