NUEVA YORK – La pandemia del COVID-19 ha afectado la economía del mundo y de la ciudad de Nueva York en un abrir y cerrar de ojos. Debido a las medidas que ha tomado el estado y la Gran Manzana los negocios han tenido que cerrar y desafortunadamente algunos de ellos no sobrevivirán luego de que pase la crisis.
Ese es el caso de un legendario bar en el vecindario de Washington Heights que hace unos años recibió la ayuda para no cerrar sus puertas de una de las estrellas de Broadway más queridas por la comunidad latina, Lin-Manuel Miranda.
Se trata del bar Coogan’s que en un comunicado anunció que no sobrevivirá al cierre generado por la crisis del coronavirus. El bar, como muchos otros de Nueva York, dejó de prestar sus servicios desde mediados de marzo cuando las medidas comenzaron a implementarse.
Los dueños del lugar intentaron por algunos días ofrecer sus productos a través de llamadas a domicilio, pero eso no fue suficiente para salvar el negocio.
Los propietarios dieron a conocer la triste noticia a través de una carta dirigida a sus clientes el lunes.
"Irónicamente, el pasado 17 de marzo fue la última vez que Coogan's cerró sus puertas. Esperábamos abrirlas nuevamente, pero, lamentablemente, eso no será posible", escribieron Dave, Tess y Peter en una carta publicada en Facebook. "A toda nuestra familia de Coogan's, que se extiende desde una esquina de Washington Heights a otros tantos lugares cercanos y distantes, les ofrecemos amor y los mejores deseos para que se mantengan seguros, fuertes y saludables siempre".
El actor y director Lin-Manuel Miranda, junto a su familia y otros funcionarios electos, ayudaron a evitar que el bar de 35 años cerrara sus puertas hace solo dos años después de que el alquiler aumentara y se les hizo difícil continuar.
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El bar se inauguró en 1985 cuando Washington Heights, y la ciudad en general, era un lugar más sórdido. Pero rápidamente se convirtió en el hogar de encuentro para bomberos, policías, médicos y enfermeras que trabajaban en el Hospital Presbiteriano de Nueva York y el Centro Médico de la Universidad de Columbia, así como el hogar de una comunidad diversa, el hogar de Miranda.
Los propietarios rindieron un homenaje especial a los trabajadores médicos, quienes hicieron de Coogan "su hogar”. En la carta les escribe: “Gracias por lo que son y lo que hacen, ¡El mundo depende de ustedes!".
Coogan's está ubicado justo al final de la calle de las instalaciones de la Armería de “New York Road Runners”, lo que lo llevó a ser descrito como "el restaurante de los corredores número uno de Estados Unidos". Coogan dijo que los corredores, entre ellos el medallista de oro olímpico de 100m Carl Lewis, hasta lo que entrenan cada fin de semana para su carrera anual de Salsa, Blues y Shamrocks 5k, han visitaban el lugar de forma regular.
Otros clientes famosos del bar fueron el exvicepresidente, Al Gore, la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, y la cantante, Alicia Keys.
En su carta de despedida, el bar dijo que "su primera prioridad será la seguridad y el futuro de nuestro personal", alentando a los clientes y amigos a que se comuniquen y "ayuden a este grupo de calidad para obtener empleo".
"Lo que se hizo Coogan's es ser un lugar para crear relaciones cálidas, sonrisas y carcajadas. Si eras nuevo en el negocio inmediatamente conseguías un amigo. Pudimos compartir un vaso lleno de amor con un gran plato de honestidad en un vecindario lleno de las personas maravillosas que nunca te imaginaste conocer", decía la carta.
"Fuimos un lugar para descubrir que no estabas solo, pero si querías estar, tu espacio era sagrado. Y juntos en Coogan's nos hicimos más fuertes y poderosos, con la necesidad de compartir y ofrecer a nosotros mismos hechos que nos dieron un ejemplo de vida y nos enseñaron sobre la esencia de la belleza ", escribieron los propietarios.