NUEVA YORK - Una madre de la ciudad de Nueva York exige respuestas después de que cuatro oficiales de la policía de Nueva York mataron a tiros a su hijo cuando supuestamente se negó a soltar un arma de fuego.
Joel Capellán murió el domingo por la mañana después de que se disparara un diluvio de balas contra el joven de 28 años que, según los funcionarios del departamento, se negó a soltar un arma a pesar de las múltiples órdenes de la policía.
"Se acercan los días festivos y mi hijo se ha ido. Todavía vas a casa y ves a tu hijo, yo ya no puedo ver el mío", dijo Jenny Rodríguez horas después de conocer el trágico final de su hijo.
El tiroteo siguió a una especie de disputa que atrajo a los oficiales uniformados del Equipo de Seguridad Vecinal del cuartel 34 alrededor de las 3 a.m. El jefe de patrulla de la policía de Nueva York, Jeff Maddrey, dijo que los oficiales encontraron al grupo cerca de Dyckman Street y Nagle Avenue.
Los cuatro oficiales se acercaron a la esquina de Inwood donde, según los informes, vieron a un hombre "con un arma en la mano" peleando entre la multitud, dijo Maddrey. Los oficiales supuestamente dieron múltiples órdenes para que el hombre soltara el arma, las cuales, según la policía, fueron ignoradas.
Luego, los oficiales dispararon contra el hombre, impactando a Capellán varias veces. Las autoridades dijeron que fue llevado a un hospital, pero no sobrevivió a sus heridas.
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Varios marcadores de evidencia fueron colocados en escena el domingo por la mañana, mientras los investigadores continuaban con su trabajo horas después de que salió el sol.
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"No sabemos exactamente cuáles fueron las circunstancias aquí, todavía estamos investigando la perturbación. Pero había mucha gente aquí y les preguntaremos a todos, cualquiera que haya estado aquí que haya visto algo para colaborar", puede llamar a la líne de CrimeStoppers al 1-800-577-TIPS o en español al 1-888-57-PISTA (74782), dijo Maddrey.
La policía de Nueva York tuiteó una foto del arma que dijeron que se recuperó en la escena y que pertenecía al hombre de 28 años asesinado a tiros.
Rodríguez dijo que su hijo vivía con ella y no tenía un arma. Ella dijo que cumplió condena y que había regresado a casa por menos de un año, trabajando para volver a encarrilar su vida.
"Si hizo algo malo, entonces hizo algo malo. Pero no merecía morir de la forma en que murió", dijo.
Rodríguez dijo que un miembro de la familia estaba en la esquina con Capellán, quien dicen que ya había recibido un disparo en el abdomen antes de que respondieran los oficiales.
Los oficiales de policía no confirmaron detalles adicionales sobre las lesiones de Capellán antes o después de que los policías dispararan, pero dijeron que un segundo hombre fue rozado por los disparos.
