NUEVA YORK - Tres jóvenes que pertenecen a la violenta banda Mara Salvatrucha (MS-13) han sido arrestados durante un ataque a machetazos en Long Island, el último de una serie de ataques de pandillas que tiene aterrorizado a las comunidades en los últimos meses, según la policía.
Los hermanos Fidel Hernández, de 23 años, y José Hernández, de 26 años, de New Cassel, y Miguel Urias Arguenta, de Westbury, de 18 años, enfrentan cargos de asesinato por el ataque en Westbury justo después de la medianoche del domingo, según las autoridades.
La policía de Nassau dijo que los hermanos habían entrado en una disputa con la víctima de 19 años, y Fidel le lanzó con un machete y le raspó el estómago.
Mientras el adolescente intentaba defenderse, Arguenta le disparó con una pistola de 9 milímetros. Los tres sospechosos luego huyeron corriendo.
La policía los arrestó el martes; ambos hermanos Hernández enfrentan cargos de armas adicionales.
Los hermanos también son acusados de un ataque a machetazos el 15 de enero en Westbury, en el que supuestamente se enfrentaron a un hombre de 19 años y le cortaron la cara con un machete en plena calle. La víctima terminó con una cortadura de cuatro pulgadas, según el Jefe de Policía de Nassau, Kevin Smith.
Los hermanos Hernández son inmigrantes indocumentados de El Salvador; Arguenta, nacido también en El Salvador, ingresó al país como indocumentado menor edad. Fidel Hernández y Arguenta tienen numerosas detenciones anteriores, y Arguenta tiene un caso penal pendiente desde 2016, según Smith.
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"Los tres han demostrado que son personas extremadamente peligrosas", dijo Smith. "Dicho esto, están fuera de las calles y animamos a cualquiera que haya tenido contacto con ellos contactar a la policía".
No se dieron detalles de los encuentros que las víctimas tuvieron con sus atacantes, debido que los investigadores se han frustrado por la falta de cooperación debido al miedo.
Smith concluyó diciendo que la policía de Nassau está investigando una posible conexión con el derramamiento de sangre relacionado con MS-13 en el vecino condado de Suffolk, donde las ciudades de Central Islip y Brentwood han estado lidiando con una cadena de muertes vinculadas a pandilleros. Once jóvenes murieron violentamente en los últimos meses, y los mismos presentaban heridas con cuchillas, algunos tan cortados que quedaron irreconocibles.