Lo que debes saber
- Un padre y esposo murió tras pasar casi siete años en coma después de que un extraño lo golpeara en una calle de la Ciudad de Nueva York. Su desconsolada familia está devastada por la pérdida y por lo que consideran una falta de justicia.
- Domingo Tapia, padre de dos hijos, fue atacado en 2017 en Fulton Street, cerca de Albany Avenue, mientras viajaba a casa desde su trabajo en una tienda de comestibles y sufrió una fractura de cráneo.
- Ahora, su viuda y madre de sus hijos, Esther Díaz y su familia solo desean que Gary Anderson, el hombre condenado por el golpe que llevó a Tapia al hospital, sea acusado de su asesinato.
NUEVA YORK -- Un padre y esposo murió tras pasar casi siete años en estado vegetativo después de que un extraño lo golpeara en una calle de la Ciudad de Nueva York. Ahora, su familia está devastada por su pérdida y por lo que consideran una falta de justicia.
Domingo Tapia había estado hospitalizado en coma desde que lo golpearon en la cara mientras andaba en bicicleta en el vecindario Bedford-Stuyvesant de Brooklyn en junio de 2017.
El padre de dos hijos fue atacado en Fulton Street, cerca de Albany Avenue, cuando regresaba a casa luego de trabajar en una tienda de comestibles.
Tapia sufrió una fractura de cráneo y fue puesto en un coma inducida. En ese entonces, tenía 38 años y sus dos hijos tenían 5 y 7 años. Ahora, lo único que queda de él son los recuerdos junto a la cama de hospital.
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"Nos despertamos y nuestra mamá nos dijo que nuestro papá no sobrevivió", dijo Pedro Tapia, ahora de 13 años, mientras describía el momento en que conoció la desgarradora noticia. Dijo que estaba "triste", al igual que su hermano José, que ahora tiene 11 años.
La madre de los niños, Esther Díaz, dijo que su esposo había estado sufriendo mucho y que sabe que él ahora está en un lugar mejor. Contó que la ausencia de Tapia de su familia ha sido un desafío.
"Ha sido una lucha lidiar con los niños", dijo Díaz.
Díaz ha tenido que trabajar horas extras y ha enfrentado una letanía de otras luchas desde que ese golpe les robó a Tapia de sus vidas.
Ahora, Díaz y su familia solo desean que Gary Anderson, el hombre condenado por el golpe que llevó a Tapia al hospital, sea acusado de su asesinato. Anderson fue declarado culpable de un delito menor de agresión en el caso y sentenciado a tres años de prisión, aunque un amigo de la familia dijo que salió de la cárcel en seis meses.
La oficina del fiscal de distrito de Brooklyn no respondió de inmediato a una solicitud para conocer si presentarán cargos nuevos contra Anderson, dado el trágico acontecimiento.
Según la ley de Nueva York, es casi imposible que los fiscales acusen a alguien que lanza un puñetazo mortal o que hirió gravemente de delitos más graves que aquel por el que Anderson cumplió condena. Hasta la fecha, los legisladores no han logrado cerrar el vacío legal que lo permite, lo que los amigos y familiares de Tapia dicen que no es justo.
La familia de Tapia está solicitando ayuda financiera ante el consulado de México para ayudar a pagar su funeral.