Gobierno dominicano evalúa daños de María

NUEVA YORK - El presidente dominicano, Danilo Medina, se reunió este lunes con funcionarios y dirigentes locales de las provincias más afectadas por las lluvias y las inundaciones provocadas por el huracán María para evaluar los daños.

El encuentro fue convocado después de que Medina recorriera el domingo zonas del noreste y noroeste dominicano, severamente afectadas por las lluvias, que han ocasionado daños a viviendas y a la agricultura.

En la reunión de este lunes, "se afinarán los detalles para (buscar) solución definitiva" a la situación, adelantó Medina.

En la cita, que se celebra en la sede de la Presidencia Nacional, participan autoridades de Palo Verde, Castañuelas, Guayubín, en la provincia de Montecristi (noroeste); así como de la provincia Duarte (noreste), explicó hoy el Ejecutivo.

Montecristi y Duarte, en alerta roja (máxima), son dos de las demarcaciones más afectadas por los efectos del ciclón María, que se acercó al país el jueves pasado tras asolar la semana pasada la vecina Puerto Rico y varias islas de las Antillas Menores.

A ellas se suman, El Seibo (este), en especial el municipio de Miches; Samaná y María Trinidad Sánchez, en el noreste, según fuentes gubernamentales.

Varias localidades siguen anegadas hoy, entre ellas, Arenoso, en la provincia Duarte, y Palo Verde y Castañuelas, en Montecristi.

En María Trinidad Sánchez, sin embargo, "todo está volviendo a la normalidad" aunque hay "una enorme cantidad de basura y lodo que las autoridades están limpiado", dijo a Efe la directora de la Defensa Civil en esa provincia, Minerva Santos.

En esta provincia ya no hay personas en albergues oficiales, pero cientos siguen desplazadas a casas de familiares después de que María y el anterior huracán, Irma, afectaran sus viviendas, explicó.

El último informe del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) indicó que 57 comunidades están incomunicadas tras el desbordamiento de ríos, arroyos y cañadas y el deslizamiento de tierra por los efectos de María, que causó daños a 14 puentes, 5 carreteras y 58 acueductos, dejando casi a 1 millón de personas sin agua potable.

Mientras tanto, 15.076 personas se encuentran en casas de familiares o amigos y 941 en albergues oficiales, después de que el fenómeno destruyera 188 viviendas, afectara 861 y anegara 4.588.

El huracán, que mantiene 23 provincias en alerta, entre ellas dos en roja, causó un muerto en el norte a causa del derrumbe del techo de una vivienda y otro en el este tras intentar cruzar una cañada desbordada, según fuentes de la de Defensa Civil.

Pero el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) no incluye en sus estadísticas ambas muertes, por considerar que se trata de episodios indirectos, ya que las dos localidades donde ocurrieron los hechos estaban en alerta y las víctimas no tomaron las medidas preventivas recomendadas, dijo el director del organismo, Juan Manuel Méndez.

La Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) ha advertido de la continuación de las lluvias, ahora por una onda tropical, lo que afectará aun más las zonas perjudicadas debido a las inundaciones y saturación de los suelos.

Ante esta situación, la Onamet mantiene un aviso de inundaciones para 12 de las 32 provincias del país.

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