Lo que debes saber
- El ex presidente de la Asociación Benéfica de Sargentos de la Ciudad de Nueva York (o SBA), Ed Mullins, una figura controversial que renunció el año pasado en medio de una investigación federal en curso que condujo a redadas en su casa y la sede del sindicato en Manhattan, fue acusado de fraude el miércoles.
- Mullins solicitó la jubilación en octubre pasado y renunció como líder del sindicato después de la redada del FBI.
- La policía de la Ciudad de Nueva York lo había puesto en servicio modificado y le había quitado el arma y la placa.
NUEVA YORK -- El ex presidente de la Asociación Benéfica de Sargentos de la Ciudad de Nueva York (o SBA), Ed Mullins, una figura controversial que renunció el año pasado en medio de una investigación federal en curso que condujo a redadas en su casa y la sede del sindicato en Manhattan, fue acusado de fraude el miércoles.
Los fiscales federales alegan que Mullins planeó robar "cientos de miles de dólares" de la SBA mediante la presentación de informes de gastos supuestamente fraudulentos. Alegan que Mullins cargó comidas, joyas, electrodomésticos e incluso la matrícula universitaria de un pariente en su tarjeta de crédito personal, y luego presentó informes de gastos inflados sin recibos al sindicato para su reembolso.
Se declaró inocente en la corte el miércoles.
Mullins solicitó la jubilación en octubre pasado y renunció como líder del sindicato después de la redada del FBI. La policía de la Ciudad de Nueva York lo había puesto en servicio modificado y le había quitado el arma y la placa.
La redada del FBI a principios de octubre fue parte de una investigación criminal realizada por la oficina y la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Sur de Nueva York.
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"La naturaleza y el alcance de esta investigación criminal aún no se han determinado. Sin embargo, está claro que el presidente Mullins aparentemente es el objetivo de la investigación federal", decía un mensaje de la Junta Ejecutiva de la SBA a los miembros en ese momento. La junta continuó diciendo que Mullins había renunciado como presidente del sindicato.
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En la carta a los miembros, la SBA dijo que cooperaría con la investigación.
"Como todos nosotros, Ed Mullins tiene derecho a la presunción de inocencia, y le pedimos que retenga el juicio hasta que se hayan establecido todos los hechos", decía la carta de la junta ejecutiva de la SBA. "Sin embargo, el funcionamiento diario y el importante negocio de la SBA no pueden distraerse con la existencia de esta investigación".
La SBA representa a 13,000 miembros actuales y anteriores de la policía de la Ciudad de Nueva York, según su sitio web, y controla un fondo de jubilación de $264 millones; se describe a sí mismo como el quinto sindicato policial más grande de Estados Unidos.
Las redadas se produjeron poco después del inicio de un juicio interno de la policía de Nueva York por una variedad de cargos administrativos contra Mullins, incluido un episodio en el que tuiteó un registro de arresto de la hija del alcalde.
Posteriormente fue declarado culpable y descontado 70 días de vacaciones.
Mullins, oficial de policía desde 1982, ascendió a sargento, un rango superior al de detective pero inferior al de capitán y teniente, en 1993 y fue elegido presidente del sindicato de sargentos en 2002. Bajo el liderazgo de Mullins, el sindicato luchó por mejores salarios, con contratos resultantes en aumentos salariales del 40%, y ocupó una posición destacada en el movimiento contra la reforma.
Pero también generó controversia con sus descarados comentarios en la televisión y las redes sociales, lo que llevó a una guerra de palabras muy pública con el entonces alcalde Bill de Blasio. También dio una entrevista televisiva con una taza que hace referencia a la teoría de la conspiración de QAnon en su escritorio, lo que generó preguntas sobre si apoyaba el movimiento marginal.
Aunque era jefe sindical a tiempo completo, la ley de la ciudad permitía a Mullins retener su puesto de sargento y cobrar salarios tanto del sindicato como del departamento de policía. En 2020, Mullins ganó más de $220,000 entre los dos, según registros públicos: $88,757 del sindicato y $133,195 del NYPD.
