Una valiente joven estremeció un tribunal de Nueva Jersey al testificar contra el expastor Orlando Martínez Chávez, sentenciado el viernes por el abuso sexual de una pequeña de 10 años cuando el líder de la iglesia Lirio de los Valles en Jersey City.
“Tuve la oportunidad de hablar y decir lo que sentía en mi corazón. Lo dije porque ya han pasado tantos años y él tuvo todo su poder para siempre tenerme callada. Y al fin el tener una oportunidad para decir todo lo que yo tenía y sentía (...) quería tomar la oportunidad y aproveché para decir todo y cerrar ese capítulo en mi vida”, expresó Damaris Sánchez, que tenía 16 años cuando Martínez Chávez abusó de ella.
La joven es una de tres víctimas del expastor. La primera fue una pequeña de 10 años, atacada en noviembre del 2012 y en noviembre del 2013.
El caso de la niña más pequeña llevó a Martínez Chávez a juicio en septiembre del año pasado, donde un jurado lo halló culpable de los cargos de abuso sexual.
Respecto a las otras dos acusaciones, el exlíder religioso se declaró culpable
En función de acuerdo con la fiscalía del condado de Hudson.
Martínez Chávez fue sentenciado el viernes a ocho años de cárcel. El juez estimó la pena con base en las sentencias individuales, que serán concurrentes.
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Para Damaris el castigo impuesto al expastor es mínimo en comparación con los que ella describe como un daño irreparable que destruyó su vida y la de otras niñas.
“Al principio yo me cerré a muchas cosas y les di muchos problemas a mis padres. Llegó un punto en que ya no quería ir a la iglesia y yo misma no me quería y tenía mucho odio en mi corazón”, expresó.
Damaris no solo se expresó en el tribunal, también lo hizo a las cámaras de TELEMUNDO 47 porque está convencida de que hay más víctimas.
“Poder ayudar a otras muchachas que han pasado por lo mismo (...) que no se queden calladas en esta vida, en este año, en esta generación. Nosotras tenemos una voz como mujeres y como víctimas podemos decir algo”, añadió.
El abogado defensor dijo que, si bien no pretende minimizar el daño que su cliente causó a las víctimas, Martínez Chávez posee cualidades y virtudes que servirán como pilares para que pueda rehacer su vida cuando concluya la condena.
“Muchos miembros de su iglesia me llamaron para explicar todas las cosas buenas que él hacía por ellos”, dijo Anthony P. Alfano, defensor de Martínez Chávez.
El pasado mes de septiembre Martínez Chávez, de 48 años, fue encontrado culpable de abuso sexual y poner en riesgo el bienestar de un menor.
A raiz del caso contra Martínez, otras dos víctimas decidieron dar un paso al frente y denunciar al expastor. Una de ellas fue Damaris.
El exlíder religioso encabezó en el 2012 la iglesia pentecostal Lirio de los Valles, ubicada en la avenida Summit. En ese año abusó de la menor de 10 años.
La víctima hizo la denuncia cinco años después de los hechos, luego de que se diera a conocer que el pastor había sido destituido de la iglesia por enviar material de contenido sexual a una de las feligresas.
También se habían dado a conocer quejas sobre amenazas de reportar a inmigrantes indocumentados si testificaban en su contra.
El exreligioso tendrá que servir al menos un 85% de su sentencia para poder tener derecho a la libertad condicional.