La gobernadora Kathy Hochul y los legisladores estatales anunciaron un acuerdo el martes sobre un paquete de proyectos de ley que endurecerá las ya estrictas leyes de armas de Nueva York y elevará la edad mínima para comprar un rifle semiautomático a 21 años.
El acuerdo llega tras los últimos tiroteos masivos, el más reciente en una escuela primaria de Texas, además de las masacre en un supermercado de Buffalo.
Hochul expresó que Nueva York debe dar un paso adelante, pues no está claro si el Congreso tomará medidas.
“Nueva York ya tiene algunas de las leyes de armas más estrictas del país, pero claramente debemos hacerlas aún más estrictas”, dijo la gobernadora en un comunicado. “Los neoyorquinos merecen sentirse seguros en las escuelas, en los supermercados, en los cines, en los centros comerciales y en nuestras calles, y debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para protegerlos”.
El paquete incluye medidas que prohíben la venta y compra de chalecos antibalas para cualquier persona que no trabaje en el campo de la aplicación de la ley. También cierra el vacío legal que permite la venta de ciertas armas que de otro modo estarían prohibidas. Otro proyecto de ley podría conducir al microestampado de municiones, lo que facilitaría su identificación en caso de crímenes.
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Entre los mayores cambios a las leyes de armas de Nueva York habrá un nuevo requisito de que cualquier persona que busque comprar un rifle semiautomático debe tener al menos 21 años, en lugar de 18, y primero debe obtener una licencia de armas.
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Actualmente, se necesitan licencias y permisos solo para armas cortas.
“Nuestra nación ha llegado a un momento de ajuste de cuentas debido a las armas de guerra a las que aquellos que buscan matar han accedido con demasiada facilidad”, dijo la líder de la mayoría del Senado estatal, Andrea Stewart-Cousins (D-Yonkers). “Estas armas han convertido lugares en nuestras comunidades como escuelas, tiendas de comestibles, lugares de culto y conciertos en lugares de carnicería”.
Otros proyectos de ley fortalecerán la ley de "bandera roja" del estado, que prohibe la posesión de armas a aquellos que puedan ser una amenaza para ellos mismos o para otros, y crearán un nuevo "Grupo de Trabajo sobre Redes Sociales y Extremismo Violento" dentro de la oficina de la Procuraduría General para "estudiar e investigar el papel de las empresas de redes sociales en la promoción y facilitación del extremismo violento y el terrorismo doméstico en línea”.
El 14 de mayo, 10 personas, todas negras, fueron asesinadas mientras compraban en Tops Friendly Market en Buffalo. Las autoridades alegan que Payton Gendron, de 18 años, mató a tiros a sus víctimas después de publicar diatribas racistas en salas de chat en línea y planear la masacre durante meses.
La semana pasada, Salvador Ramos, también de 18 años, asesinó a 19 niños y dos maestros en una escuela primaria en Uvalde, Texas, antes de ser asesinado por la policía. Según los informes, Ramos publicó fotos de armas e hizo comentarios amenazantes en línea antes del tiroteo.
Ambos presuntos tiradores usaron variaciones de rifles semiautomáticos conocidos como AR-15, que son legales en Nueva York. El arma utilizada en el tiroteo de Buffalo fue modificada con un cargador de alta capacidad que permite 30 disparos por ronda y fue comprada en Pensilvania, según la policía.
“Apenas 10 días separaron los tiroteos masivos en Buffalo y Uvalde que cobraron la vida de 31 personas. En ningún otro lugar del mundo sucede esto”, dijo el presidente de la Asamblea, Carl Heastie (D-Bronx). “Necesitamos desesperadamente una conversación sobre armas, pero también necesitamos acción desesperadamente.
“Espero que algún día veamos el final de la horrible violencia armada que vemos en este país. Pero hasta entonces, seguiré luchando”, agregó.
Se espera que los legisladores voten sobre el paquete antes del final programado de la sesión legislativa del jueves.
Otros proyectos de ley programados para aprobación eliminarán la protección de los dispositivos de alimentación de municiones de gran capacidad que se poseían legalmente antes de la promulgación de la Ley SAFE en 2013 o fabricados antes de 1994. Según las nuevas leyes, la policía deberá informar las armas incautadas o recuperadas a la cámara de compensación de armas criminales y compartir información con las autoridades federales, así como armas de prueba incautadas o recuperadas para la Red Nacional Integrada de Información Balística.
La policía estatal también deberá realizar inspecciones de los traficantes de armas cada tres años.
