MADRID - Un seguidor del Deportivo La Coruña murió este domingo como consecuencia de una brutal pelea entre fanáticos del Atlético de Madrid y del equipo gallego, previo al partido de la liga española que ambos equipos disputaron en Madrid.
Los servicios de emergencia y la policía de Madrid informaron a The Associated Press que la multitudinaria reyerta, que se cobró otros 11 heridos, se originó a las nueve de la mañana cerca del estadio Vicente Calderón, apenas tres horas antes de la disputa del primer cotejo de la jornada dominical.
El fallecido seguidor del Deportivo, que tenía 43 años de edad, ingresó en estado crítico al hospital Clínico de Madrid, producto de graves contusiones en la cabeza y tras ser rescatado del vecino río Manzanares, con paro cardiorrespiratorio.
Los otros 11 heridos incluyen a una policía que sufrió una fractura de mano. Según confirmó la policía vía Twitter, 24 personas ligadas a cuatro grupos radicales han sido arrestadas, mientras continúa la investigación de los hechos.
El Atlético condenó en un comunicado los incidentes "previo al partido entre nuestro equipo y el Deportivo".
"Los valores que fomenta el deporte deben prevalecer sobre cualquier rivalidad y todos juntos debemos luchar contra la lacra de la violencia", afirmó el club rojiblanco en el texto publicado en su página web oficial, y la directiva se desmarcó de los sucesos al término del choque.
"Ni Deportivo ni Atlético ni el fútbol tienen nada que ver con estos hechos que han ocurrido muy lejos de nuestro estadio", declaró el presidente Enrique Cerezo. "Son de grupos radicales y tienen sus historias y cuentas. Pregonamos la paz y la concordia".
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El cotejo liguero se disputó a la hora prevista pese a los violentos sucesos y acabó en victoria 2-0 favorable al Atlético.
"Estamos tristes. Condenamos esto absolutamente y esperamos que estos hechos no se repitan. Es un problema social", dijo tras el partido el entrenador argentino del Atlético, Diego Simeone, quien explicó que en ningún momento se comentó la posibilidad de suspender el partido en el vestuario. "Sinceramente no estaba enterado, estaba metido en el partido. Escuché los gritos de la gente afuera, pero no tenía claridad sobre qué".
La liga profesional emitió un comunicado en que se declaró "firme en su intención de suspender el partido sin que haya sido posible".
Horas más tarde en La Coruña, dos personas que se encontraban en un local de aficionados atléticos fueron agredidas levemente por seis hombres encapuchados, según informó la agencia noticiosa Europa Press.
Las palabras de condena se escucharon también en el bando blanquiazul.
"Estamos dolidos porque es uno de los nuestros y condenamos cualquier tipo de violencia. Esperamos que no vuelva a pasar. Es un día triste", declaró tras el choque el jugador del Deportivo, Laure Sanabria.
Aficionados ultras del Atlético ya se vieron involucrados en un hecho fatídico en 1998, cuando el neonazi Ricardo Guerra asesinó a Aitor Zabaleta, seguidor de la Real Sociedad, también en las inmediaciones del Vicente Calderón previo al partido que debían disputar madrileños y donostiarras por la Copa de la UEFA.