Los precios de los comestibles se dispararon durante la pandemia de coronavirus y esas cifras se han mantenido durante los últimos meses.
Los precios se han disparado y no solo porque una gran parte de la población compra más alimentos a medida que pasan más tiempo en casa, sino a causa de la pandemia, que ha influido en los precios de los comestibles este año, según datos de la Oficina de Análisis Económico.
La agencia, que monitorea los gastos de consumo personal para ayudar a medir la inflación en el país, encontró que los precios de la carne y las aves aumentaron casi un 11% de febrero a junio. Los precios de la carne de vacuno experimentaron el mayor aumento, del 20%. Para la carne de cerdo, el aumento fue de alrededor del 8.5%.
Los consumidores también pagan más por otros alimentos básicos, como el huevo, con un incremento del 10%, así como un 4% más por los cereales y las verduras frescas.
La pandemia ha provocado un aumento en la demanda de comestibles ya que millones de estadounidenses evitan comer fuera. Si bien no hay una escasez significativa de alimentos, las interrupciones en la cadena de suministro han elevado los precios, en especial el de la carne.
El Departamento de Trabajo reveló el jueves que casi 1.2 millones de trabajadores solicitaron el seguro de desempleo por primera vez la semana pasada, que es similar a las estadísticas de la semana anterior. Aunado a eso, los desempleados ya no cuentan con los $600 del Gobierno federal. La ayuda expiró el 31 de julio.
La inseguridad alimentaria en particular es un problema creciente. Casi 30 millones de los 249 millones de encuestados dijeron a la Oficina del Censo que no tienen suficiente comida.
