NUEVA YORK / NUEVA JERSEY / CONNECTICUT -- El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, dio a conocer el viernes orientación preliminar para reabrir las escuelas del estado en el otoño, una que involucra un enfoque híbrido de aprendizaje en persona y remoto, pero debe incluir el primero, así como las evaluaciones COVID.
Mientras tanto, los padres en Nueva York esperan claridad sobre lo que al menos un director de escuela primaria describió como una "realidad sombría" que enfrentarán cuando los estudiantes regresen.
"Tenemos todas las expectativas de que nuestros hijos regresen a sus escuelas en septiembre", dijo Murphy el viernes. "La orientación de hoy viene con un requisito general: que nuestras escuelas públicas se abrirán de alguna manera con la salud de los estudiantes, sus familias y educadores como la máxima prioridad".
Dada la incertidumbre que rodea al virus, que se está disparando a números récord en muchos estados de todo el país, Murphy dijo que las escuelas deben estar preparadas para la posibilidad de que tengan que pasar al aprendizaje remoto en cualquier momento.
El gobernador admite que no hay un enfoque único para la reapertura de las escuelas. La guía de Nueva Jersey se desarrolló después de encuestar a más de 300,000 padres y escuchar a las partes interesadas clave, incluyendo 300 superintendentes.
Las clases en escuelas de Nueva Jersey se verán muy diferentes cuando comiencen este otoño. Se espera que el distrito traiga a los estudiantes de regreso al salón de clases por lo menos algunas veces por semana, pero también puede ofrecer una experiencia de aprendizaje remoto híbrida. Mascaras serán usadas por el personal, y si los alumnos no pueden mantener distanciamiento social en las clases o en los autobuses escolares también las usaran.
"Reconocemos el desafío que las cubiertas de la cara pueden plantear para los estudiantes más jóvenes, para ciertos estudiantes con necesidades especiales o para aquellos de quienes no se recomienda usar una máscara para la cara debido a una condición de salud", dijo el gobernador.
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El tamaño de las clases debe ser limitado cuando sea posible para promover mejor el distanciamiento social, dice Murphy.
Los grandes distritos escolares pueden reorganizar los horarios de los estudiantes. Murphy dijo que el estado espera que cada distrito comparta sus planes de programación al menos un mes antes del primer día de clases para que las familias puedan planificar con anticipación.
Limpieza y desinsectación de las áreas de juego y otras localidades también serán la norma. Los distritos también deberán adoptar una política para evaluar a los estudiantes y empleados por síntomas de COVID.
No obstante, las pautas de Nueva Jersey son completamente diferentes a las de Connecticut. En lo que algunos pueden considerar una sorpresa, el gobernador de Connecticut Ned Lamont dijo el jueves que su estado requiere que los distritos escolares planeen traer a todos los estudiantes de regreso para el aprendizaje durante todo el día, aunque el tamaño de las clases podría ser menor para acomodar el distanciamiento social. Se requerirán máscaras para los estudiantes y el personal, pero las verificaciones de temperatura y las pruebas COVID no.
Todos los planes están sujetos a cambios dependiendo de las tasas de infección de Connecticut COVID-19, que han sido extremadamente bajas en comparación con el resto del área triestatal.
En Nueva York, los educadores han indicado que los estudiantes pueden estar sujetos a horarios escalados y regresar a clases en oleadas. Probablemente alternarán días de aprendizaje remoto y en persona. La carta de un director de una escuela primaria de Brooklyn insinuando que los niños solo pueden aprender en persona uno de cada tres semanas enojó a los padres, algunos de los cuales se preguntaron retóricamente cuál sería el punto de ese tipo de educación. También se requerirían máscaras para todos, excepto mientras los estudiantes están comiendo.
El Departamento de Educación de la ciudad dijo a News 4 esta semana que esos son simplemente escenarios que los funcionarios están observando mientras evalúan las mejores formas de optimizar el aprendizaje de los estudiantes mientras preservan la salud de los estudiantes.
"Todavía no sabemos cómo se verá este virus en septiembre, pero estamos planeando múltiples escenarios de reapertura que brindarán a cada niño el apoyo académico que necesitan mientras los mantienen a salvo", dijo el comunicado. "Nuestro objetivo es proporcionar tanto aprendizaje en persona como sea posible".
Aunque la ciudad de Nueva York mira hacia el otoño, también está mirando hacia el futuro más inmediato, y es la entrada en la Fase III del plan de reapertura del gobernador Andrew Cuomo, que el alcalde Bill de Blasio dijo que la ciudad está en camino de ingresar el lunes, julio 6. Se espera que unas 50,000 personas regresen a sus trabajos durante esa fase.
La Fase III reabre los servicios de comidas interiores y cuidado personal con restricciones. De Blasio dijo el jueves que también reabriría más recreación al aire libre, como canchas de baloncesto, tenis y balonmano, parques de perros, bocha, fútbol y voleibol, entre otros.
Long Island, Mid-Hudson, Western New York y Capital Region se encuentran actualmente en la Fase III, aunque los dos últimos probablemente darán el próximo paso pronto. La mitad de las regiones del estado, los Finger Lakes, Southern Tier, Mohawk Valley, North Country y Central New York, pasaron a la cuarta y última fase de Cuomo el viernes.
La cuarta fase eleva los límites de las reuniones sociales y reabre negocios y actividades de interior y exterior de bajo riesgo con restricciones de capacidad. En particular, no abre centros comerciales, cines o gimnasios, lo que según Cuomo conlleva un riesgo de exposición inusualmente alto. Él y su equipo están estudiando datos de estados que han reabierto esos lugares para ayudarlos a tomar decisiones "informadas".
La educación superior cae dentro de la Fase IV, pero la educación primaria y secundaria no. No está claro cuándo Cuomo planea proporcionar una guía detallada inicial sobre las escuelas, como lo habrán hecho sus cohortes para el final del viernes.
Las reaperturas por etapas de Nueva York no han causado ningún pico de infección significativo hasta la fecha. Las hospitalizaciones COVID del estado cayeron por debajo de 1,000 el jueves por primera vez desde mediados de marzo, ya que el número de muertes diarias ronda los dos dígitos bajos.
La ciudad de Nueva York, el antiguo epicentro de la crisis nacional, ahora cuenta con una de las tasas de transmisión de COVID más bajas en los EE. UU. Incluso los condados de COVID más letales de Estados Unidos, Queens y Brooklyn, están viendo tasas de positividad diarias muy por debajo del 1.5 por ciento de manera constante.
Aun así, un juez federal emitió el viernes una orden judicial que impide que Nueva York imponga restricciones a las reuniones religiosas al aire libre y limite las reuniones religiosas en interiores más allá de cualquier otra industria de reapertura de la Fase 2.
Nueva Jersey también ha reducido significativamente su tasa de infección, aunque Murphy ha expresado su preocupación por la creciente participación de los jóvenes en los casos de COVID, una tendencia que refleja lo que los funcionarios de salud están informando en muchos otros estados de EE. UU.
Esta semana, EE.UU. registró su mayor número de casos COVID en un solo día, superando su récord anterior establecido a fines de abril en un 25 por ciento. Los aumentos repentinos de las infecciones han provocado que al menos un estado, Texas, pause su proceso de reapertura.
Texas es uno de los ocho estados de EE.UU. sujetos a la nueva restricción de cuarentena emitida por los gobernadores de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut esta semana. En un esfuerzo por mantener sus tasas de infección bajas, Cuomo, Murphy y Lamont dicen que los viajeros a sus estados de los estados con A) un promedio móvil de siete días de pruebas positivas en exceso del 10 por ciento de la población o B) número de casos positivos que exceden 10 por cada 100,000 residentes deben aislarse durante 14 días.
Los infractores podrían enfrentar sanciones civiles de hasta $10,000, aunque la ejecución será un desafío.
A partir del viernes, los ocho estados bajo las restricciones de viaje son Texas, Arizona, Alabama, Arkansas, Florida, Utah, Carolina del Sur y Carolina del Norte.
