Lo que debes saber
- Hasta la fecha se han perdido más de 29,000 vidas tri-estatales. El estado de Nueva York informó su menor número de muertes en un solo día en semanas el lunes (226)
- Todas las escuelas de Nueva York y Nueva Jersey permanecerán cerradas por el resto del año académico, anunciaron los gobernadores Andrew Cuomo y Phil Murphy
- Cuomo describió siete métricas clave que las regiones de Nueva York deben cumplir antes de comenzar a reabrir; ninguna región ha logrado más de cinco
NUEVA YORK - El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, anunció el lunes que todas las escuelas de su estado mantendrían el aprendizaje remoto durante el resto del año académico, emitiendo la misma decisión difícil que el gobernador Andrew Cuomo tomó en Nueva York tres días antes.
"Guiado por la seguridad y la ciencia, este es el mejor curso de acción", dijo Murphy.
Los anuncios se producen cuando ambos estados ven signos clave de progreso en sus guerras contra COVID-19. Pero esos indicadores progresivos requieren una adherencia continua al distanciamiento social y otros protocolos, medidas que pueden ser difíciles de implementar de inmediato en los salones de clase, particularmente aquellos con niños pequeños.
Cuomo le dijo a los sistemas escolares de Nueva York la semana pasada que comiencen a desarrollar planes ahora para evitar los contratiempos si la instrucción en persona se reanuda en el otoño. Todavía no es seguro que sucederá en este momento, ni está claro qué tipo de nuevas restricciones podrían existir si así fuera.
Ambos gobernadores están conscientes de las dolorosas medidas que tomaron para lograr el progreso que han tenido hasta la fecha, y dicen que los ciudadanos de ambos estados se lo deben a los trabajadores de la salud y a sí mismos para mantenerlo.
¿Estamos cerca? Cuomo describe nuevas pautas para la reapertura regional
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El total de hospitalizaciones por COVID-19 en el estado de Nueva York cayó por debajo de 10,000 por primera vez desde mediados de marzo del domingo, ya que las nuevas hospitalizaciones diarias cayeron por debajo de 800 por primera vez en semanas. Los hospitales temporales se están cerrando uno tras otro, otro indicador progresivo a medida que la región mira hacia la reapertura. La disminución no es tan pronunciada como lo fue el ascenso, dijo Cuomo.
No quiere cometer los mismos errores que ha visto en otros países. Algunos, dice Cuomo, se han reabierto demasiado rápido. Sus tasas de infección se dispararon. Actualmente, Nueva York tiene una tasa de infección de aproximadamente 0.7. Si eso sube a 1, donde cada neoyorquino infectado está infectando a otra persona, "tiene un brote", dijo el gobernador. "Y tienes que cerrar todo de inmediato".
Cuomo aclaró algunas de sus pautas de reapertura regional el lunes: para reabrir, las regiones con altas tasas de infección deben tener al menos 14 días de disminución en el total de hospitalizaciones y muertes en un promedio móvil de tres días. Las regiones con menos casos de COVID-19 no pueden exceder 15 nuevos casos totales o cinco nuevas muertes en un promedio móvil de tres días. Los hospitales no pueden usar más del 70 por ciento de su capacidad; si lo hacen, su habilidad para manejar el resurgimiento se ve comprometida.
En última instancia, hay siete métricas clave que Cuomo dice que deben cumplirse antes de que cualquier región del estado de Nueva York pueda reabrir. Compartió una gráfica en su sesión informativa el lunes que mostraba dónde se encuentra cada región; ninguno ha cumplido más de cinco métricas. La ciudad de Nueva York solo ha cumplido tres, mientras que Long Island ha logrado solo dos.
Cuomo agregó otras 226 vidas al creciente número de muertos en Nueva York el lunes; fue el número más bajo de un solo día en más de un mes. El estado ha perdido a más de 19,400 personas, aunque Cuomo reconoce que la cifra real probablemente sea mayor.
Si las 5,387 muertes probables de la ciudad de Nueva York se incluyeran en el recuento oficial del estado, superaría las 25,000. El IHME ampliamente visto, que incorpora esos datos en su modelo de infección, proyectó por última vez que Nueva York podría perder 24,314 para el 30 de mayo frente a COVID-19. Ya hemos pasado eso.
Murphy agregó un nuevo mínimo de 45 nuevas muertes por COVID-19 al número de víctimas de Nueva Jersey el lunes, aunque advirtió que una interrupción de la red probablemente impidió la notificación completa. Aún así, el estado ha reportado 7,910 muertes hasta la fecha, superando también lo que el IHME proyectó por última vez que el estado podría finalmente perder a causa de la crisis. Connecticut ha perdido 2,495 hasta la fecha. Incluso sin las probabilidades de la ciudad de Nueva York, el área triestatal está al borde de 30,000 muertes y probablemente superará el sombrío hito en los próximos dos días.
La gente estuvo activa en la ciudad de Nueva York por primera vez en meses durante el fin de semana; el tiempo soleado de 70 grados fue la primera prueba verdadera. La ciudad entregó 100,000 máscaras gratis para equipar a las personas con autoprotección y planea distribuir otros 7.5 millones de cubiertas faciales en toda la ciudad para armar a las personas durante el verano.
La mayoría de las personas que salieron el fin de semana pasado llevaban máscaras, pero la policía emitió más de 50 convocatorias por violaciones de distanciamiento social. Tres personas fueron arrestadas, una en una confrontación violenta con policías. El oficial involucrado en el último incidente ahora está en servicio modificado.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo el lunes que la ciudad pronto publicaría un plan de coronavirus para el verano, incluidos los planes para celebrar el 4 de julio. Las playas no se volverán a abrir en el Día de los Caídos, como suelen hacer, dijo.
En general, la curva parece estar bajando constantemente. De Blasio informó que sus tres indicadores clave (personas ingresadas en hospitales, personas en cuidados intensivos y porcentaje de personas con resultados positivos) cayeron el lunes por primera vez en al menos una semana. Necesitamos más días así, dijo.
Las cifras tienden a bajar en general. Pero Cuomo dijo que los neoyorquinos no deberían tener ningún falso consuelo en eso: "La guerra no se ha ganado".
Esta no es necesariamente una crisis única en la vida, dijo el gobernador el domingo. Podría haber una segunda ola; el virus podría mutar. Los estudios muestran que parece haber múltiples cepas.
Recuerde, primero golpeó la costa oeste. Un informe reciente de los CDC indica que esa fue la cepa que vino de China; California vio muchos menos casos y muchas menos muertes que el noreste. El informe de los CDC indica que los orígenes del virus en Nueva York eran europeos y de otras partes de los Estados Unidos; esa cepa parece haber sido más virulenta, dijo Cuomo.
"Asumiría que habrá una próxima vez", dijo el gobernador el domingo.
Lecciones aprendidas: reconstruir mejor
Mientras los gobiernos locales miran hacia la reapertura, Cuomo dice que es correcto centrarse en lo que deberían hacer de manera diferente en lugar de lo que podrían haber hecho de manera diferente. Esta crisis ha proporcionado un aprendizaje en exceso de lecciones dolorosas; Cuomo dice que se pueden aplicar para construir Nueva York mejor y más fuerte que antes.
En el futuro, el gobernador requerirá que todos los hospitales de Nueva York, públicos y privados, mantengan un suministro de 90 días de equipo de protección personal (EPP) y otros suministros médicos clave a "una tasa de uso durante lo peor de esta crisis" para garantizar que el sistema de salud nunca se vea tan amenazado como a principios de este año.
Por primera vez desde marzo, De Blasio dijo el lunes que la ciudad de Nueva York tiene suficientes suministros médicos para pasar una semana completa sin temor a quedarse sin nada.
"La idea de que puedo decirles que tenemos una semana entera de suministros, es una buena noticia, pero esa no es la forma en que podemos vivir en el futuro", dijo De Blasio el lunes. "No quiero volver a ver a la ciudad de Nueva York en esta situación".
Tratar de obtener suministros como batas y máquinas de respiración artificial se convirtió en una carrera de ratas en Estados Unidos, dijo. En una guerra de ofertas para salvar la vida de su gente, los estados terminaron pagando precios muy superiores al precio del mercado por necesidades básicas.
Para evitar que eso suceda en el futuro, Cuomo y sus seis estados aliados en Nueva Jersey, Connecticut, Massachusetts, Rhode Island, Pensilvania y Delaware anunciaron un nuevo consorcio de compras el domingo.
Comprarán suministros muy necesarios de COVID-19 juntos en lugar de competir entre sí. Este esfuerzo conjunto, dice Cuomo, reducirá los costos de suministros y evitará el aumento de precios.
Para mitigar cualquier lapso en la distribución, los estados esperan asociarse con proveedores en el noreste para aumentar la producción. También, dice Cuomo, identificarán tecnologías sin explotar que prometen potencial para métodos de producción alternativos que sean más eficientes. Estos esfuerzos aumentarán el poder de mercado de los estados, bajarán los precios y finalmente ahorrarán dinero a los contribuyentes, dice Cuomo.
Tal como están las cosas, la crisis de COVID-19 ha asestado un golpe económico a la nación y a sus ciudadanos como ninguna en décadas. Más de 30 millones de personas presentaron solicitudes de desempleo en las últimas seis semanas, rompiendo récords. El costo para la crisis mental estadounidense es incalculable; ha cimentado un nuevo tipo de miedo en el público.
La incertidumbre se hace grande. Ni siquiera sabemos cuántas personas están infectadas. Solo el área triestatal ha reportado más de 472,000 casos hasta la fecha: 316,415 en Nueva York, 128,269 en Nueva Jersey y 29,287 en Connecticut. Pero los primeros resultados de anticuerpos indican que el número de casos podría ser hasta 10 veces mayor.
Nueva York ha evaluado a más de 1 millón de personas hasta la fecha, más que cualquier otro país del mundo aparte del suyo, dice Cuomo. En este punto, no es posible evaluar a cada persona. Cuomo dice que la crisis "realmente" no terminará hasta que haya una vacuna.
Más de 70 están en desarrollo, pero la aprobación podría demorar al menos 12 a 18 meses si no más. Los científicos de Oxford que desarrollan una vacuna potencial para el coronavirus esperan ver una "señal" sobre si sus esfuerzos están funcionando para junio.
Mientras tanto, un ensayo clínico reciente sobre Remdesivir, el principal fármaco experimental de Gilead Sciences, mostró resultados prometedores. La FDA otorgó la autorización de uso de emergencia para los pacientes más críticos la semana pasada.
