A medida que los funcionarios de educación y los distritos escolares del área triestatal trazan estrategias para un retorno seguro a las aulas este otoño, los padres y tutores buscan con desespero cualquier información disponible que pueda ayudarlos a tomar decisiones de último minuto sobre si enviar o no a los niños a la escuela.
Los niños, adolescentes y adultos jóvenes no son inmunes al virus ni a sus efectos más dañinos. La tasa de casos de COVID-19 entre niños estadounidenses aumentó en un 40% en las últimas dos semanas de julio, según un nuevo informe conjunto de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) y la Asociación de Hospitales de Niños (CHA).
El análisis se fundamenta en los informes de 49 estados, territorios y grandes urbes, entre ellos la Ciudad de Nueva York, Washington DC, Puerto Rico y Guam. Las entidades reportaron en total 97,078 nuevos casos infantiles de COVID-19 del 16 al 30 de julio.
El aumento en los nuevos casos pediátricos eleva el total de Estados Unidos a casi 339, 000, o una tasa general de 447 por cada 100,000 niños, según el informe. Las poblaciones de niños a nivel estatal se estimaron con datos de la Oficina del Censo.
California, Florida y Arizona en la actualidad acumulan más de 85, 000, o el 25%, de todos los casos pediátricos, según el informe.
Un informe publicado la semana pasada en la revista Pediatrics reveló que la incidencia de COVID-19 pediátrica se disparó entre los niños estadounidenses afroamericanos e hispanos en comparación con los niños blancos: alrededor del 30% y el 46% frente a solo el 7% de tasas positivas, respectivamente. Los hallazgos se alinean con las cifras observadas entre los adultos estadounidenses.
El reporte de la Academia Estadounidense de Pediatría y la Asociación de Hospitales de Niños se hace público en medio de la discusión sobre el retorno a clases. La Ciudad de Nueva York, según el informe, registró más de 6600 casos pediátricos de COVID-19 hasta el 30 de julio.
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Durante el mismo período se registró un aumento de aproximadamente un 10 % en los casos de coronavirus pediátrico en Nueva Jersey, según el informe. Se han reportado tres muertes desde mayo, todos los casos son niños de 4 años o menos.
El informe hace eco a los últimos datos de salud pública en Nueva Jersey, los cuales muestran que casi 6,000 personas de 18 años o menos han sido diagnosticadas con COVID-19, lo que representa alrededor del 3 % de los casos confirmados en el estado hasta la fecha. De ellos, 1.021 tenían 4 años o menos.
El riesgo potencial para los educadores y administradores es la razón por la que el gobernador Phil Murphy permitió que los distritos escolares elijan entre las clases presenciales y las clases a remoto.
Los educadores y administradores de la región están en especial preocupados de que los niños puedan transmitir el virus a los maestros y al resto del personal, que tal vez no puedan recuperarse del COVID-19 tan fácilmente como los más jóvenes. A muchos padres también les preocupa poner en peligro a sus hijos.
No obstante, si bien no todos los estados informaron a la AAP sus datos sobre hospitalizaciones y mortalidad por edad, los datos disponibles indican que la hospitalización y muerte asociadas a COVID-19 es poco común en niños.
"En este momento, parece que la enfermedad grave debida a COVID-19 es poco común entre los niños. Sin embargo, los estados deben continuar proporcionando informes detallados sobre los casos de COVID-19, las pruebas, las hospitalizaciones y la mortalidad por edad para que esos datos puedan seguir siendo documentados y monitoreados", se lee en el resumen del informe.