Votos desde el extranjero llegan a dirección errónea

El Instituto Nacional Electoral admite que incurrió en un error en al menos 114,000 paquetes.

Con entusiasmo y emoción, los mexicanos que viven en el extranjero recibieron sus boletas para participar en las elecciones de su país.

Pero no había pasado mucho, cuando miles de ellos se dieron cuenta del error y lo difundieron a través de las redes sociales.

"Hemos notado que la dirección no es, es errónea", dicen.

Pepe Martínez vive desde hace 6 años en Noruega y dice que al recibir el sobre de inmediato notó que la dirección a la cual tendría que devolverlo no era la que aparecía en la página oficial del Instituto Nacional Electoral.

"Claro que para nosotros genera desconfianza", reconoce Martínez.

El mismo sentimiento fue compartido por otros, por lo que el presidente del INE admitió que se habían equivocado en al menos 114,000 paquetes: 44,000 de ellos, dijo, tienen una dirección diferente y 70,000 más un destinatario erróneo.

Según el plan original, las boletas electorales tendrían que llegar a esa dirección en la capital mexicana, pero según los datos que aparecen en el sobre arribarán a un inmueble que se encuentran a unas 5 millas de ese lugar.

Lorenzo Córdova aseguró que, a pesar de que los datos no coinciden, los documentos llegarán a manos del Instituto y aclaró que la persona que aparece en los paquetes es parte de su equipo.

"Es director de productos y servicios electorales de la división del Registro Federal de Electores; no es una persona que no se sepa quién sea", dice Córdova, presidente del INE.

Pese a las explicaciones, integrantes de varios partidos políticos no pudieron dejar de ver algo raro detrás de lo que ocurrió.

"Si yo fuera ciudadano en el extranjero y recibo esta guía en la que veo que mi voto será enviado al ciudadano Alejandro Sosa, que no tengo el placer de conocer, y en un domicilio en Tláhuac 90 y no dice por ningún lado la palabra INE, posiblemente yo no enviaría mi voto", dice Eduardo Aguilar, representante del PAN ane el INE.

Los inconformes exigieron que representantes de todas las corrientes puedan vigilar de cerca la llegada, el traslado y el resguardo de los sufragios que vienen de todas partes del mundo.

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